Diario del Aire

jueves, 1 de agosto de 2019

LOS RESTOS DE PACHÍN EL DE LA BÁRZANA, CAPITÁN REPUBLICANO EN EL FRENTE DEL PUERTO VENTANA*

Félix Población

En la localidad asturiana de San Martín de Teverga se iniciaron estos días los trabajos de prospección para localizar los restos de Francisco Fernández García, al que se le conocía como Pachín el de Bárzana. A tal fin trabajan en el lugar llamado "la huerta de Chalo", donde se cree fue fusilado el 21 de noviembre de 1937, una decena de voluntarios de la Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica de Asturias y Ponferrada. 

Se piensa que la fosa se encuentra en la parte trasera de la que fue en su día la casa de los panaderos del pueblo, los únicos que escucharon las últimas voces de Pachín antes de que fuera asesinado, después de haber defendido República del avance de las tropas golpistas en el puerto de Ventana con el grado de capitán. Dos nietos y una sobrina de Francisco Fernández García han estado presentes en esos primeros trabajos de prospección que continuarán en los próximos días y que quizá puedan concluir con la recuperación de los restos mortales de su abuelo y tío. 

El escritor y periodista Celso Peyroux, cronista oficial de Teverga y autor, entre otra literatura e investigaciones, de Matar para seguir viviendo. La guerra civil en Teverga y Quirós, Proaza, Somiedo, Tameza y Babia, dedicó un capítulo a lo que fue el frente de Ventana, constituido por el comité de guerra republicano para defender los concejos de Teverga y Quirós del avance de las tropas sublevadas que habían ocupado las cumbres de las Ubiñas, Socechares y Ferrerúa.

Explica Peyroux en ese texto que una de las mayores preocupaciones por parte de los dirigentes de ese comité era la defensa de la cordillera Cantábrica, además del llamado pasillo de Grado, conscientes de que tarde o temprano -al margen de las columnas gallegas entrando por occidente-, los ataques se producirían por el sur a través de puertos y collados. Peyroux cita en su artículo al capitán Francisco Fernández García, Pachín el de la Bárzana, que estaba al mando de la tercera y cuarta compañías del sector tevergano, junto al también capitán Ángel Suárez Suárez (Angelín el de Prao), los dos a las órdenes a su vez  del capitán jefe Rafael Barredo (Falín el de Grao). Meses más tarde se incorporaría Amadeo Tuñón, del pueblo de Fresnedo, como comisario socialista con el rango de capitán. 

Según el mencionado investigador, los efectivos de las milicias populares en el sector de Teverga en marzo de 1937 sumaban un total de 261 soldados, dos capitanes, seis tenientes, dos brigadas, siete sargentos y veinticuatro cabos. Tuvieron su cuartele en el palacio de Entrago, en cuya explanada llevaban a cabo la instrucción y las maniobras. El comandante del batallón era el dirigente socialista David Antuña y la comandancia general estaba a cargo del comisario político Ángel Rivero, perteneciente a las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC). 

“De las cuatro compañías, salvo para la operación de la batalla de Ventana, en la que estuvo una buena parte del grueso del batallón, sólo operaban dos: una en cada sector. Esto es, mientras dos de ellas se encontraban en el frente, las otras dos se replegaban a sus acuartelamientos, relevándose unas y otras cada semana. En cuanto al armamento -según Peyroux-, a muchos soldados de las milicias populares que se habían presentado sin ningún tipo de arma de fuego, con sus escopetas de caza y otros con armas diferentes escondidas de cuando la Revolución de Octubre, se les suministraron mosquetones «mauser» que habían llegado a Gijón desde México”.

Leemos en el periódico La Voz de Trubia que los trabajos de prospección para la búsqueda de los restos de Pachín el de la Bárzana están siendo coordinados por la arqueóloga Arantza Margolles y ya han sido localizados algunos casquillos de bala de 35 milímetros que datan de 1935, así como unas monedas de la época, en la finca próxima a la panadería. Acerca de la localización de la fosa se tuvo conocimiento por la investigación realizada por el historiador Alejandro Fernández Martínez y los testimonios orales recogidos en los últimos años por los familiares de Pachín, que permitieron su catalogación en el Mapa de Fosas Comunes.


Pachín el de Bárzana tenía 33 años cuando se entregó a las fuerzas falangistas de Teverga después de que estas irrumpieran repetidamente en su casa de Bárzana (una pequeña localidad de Teverga), en la que vivían su mujer y sus tres hijos mientras él permanecía escondido tras la toma de la zona por las tropas sublevadas. Su arresto no pasó de dos días, primero en Bárzana y después en un centro de detención en San Martín, hasta la noche del 21 de noviembre de 1937. Aquella madrugada una familia que regentaba la panadería del pueblo escuchó los disparos que acabaron con la vida del capitán republicano.

Gracias a la memoria oral popular se sabe que la voz de Pachín fue reconocida por esa familia, mientras preparaba el pan para el día siguiente en su establecimiento, cuando el capitán republicano solicitaba a sus ejecutores que le permitieran despedirse de su mujer e hijos. No tenemos noticia de que ninguno de ellos, por los decenios de indiferencia y olvido que han pesado sobre las víctimas del franquismo a lo largo nuestra vigente democracia, pueda experimentar estos días la vivencia sin duda anhelada de asistir a la digna inhumación de los restos de su marido y padre. Puede que el último pensamiento de Pachín el de Bárzana  fuera para los suyos, al tiempo que respiraba el  olor del pan reciente que ya no llevaría nunca más a su casa:

Todos los seres
tendrán derecho
a la tierra y a la vida,
y así será el pan de mañana,
el pan de cada boca,
sagrado,
consagrado,
porque será el producto
de la más larga y dura
lucha humana.

(Oda al pan. Pablo Neruda)

PS. Escrito el artículo y publicando, me entero por la ARMH de que Antonio y Maruja, hijos de Francisco Fernández, con noventa años de edad, viven y esperan encontrar los restos mortales de su padre.




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Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica - ARMH
3 h ·






*Artículo publicado también en elsaltodiario.com


                       DdA, XV/4236                     
Publicado el 1.8.19
Secciones: MEMORIA

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ROJIPARDOS, NEORRANCIOS...Y OTRAS FIERAS DEL LUGAR

En el número 412 de la revista El viejo topo podemos leer un interesante dossier bajo el título "Rojipardos, neorrancios…y otras fieras del lugar", calificativos todos ellos desposeídos de contenido sustantivo, utilizados de forma meramente ofensiva, en ausencia de marcos ideológicos operativos. ¿Se trata de síntomas de la incapacidad de nuestras sociedades para desplegar discusiones políticas por medios racionales? ¿Qué revelan o qué esconden esos conceptos? ¿Se trata de simples armas verbales? En este mismo número de mayo se pueden leer además un artículo sobre "La trama rusa del procés", una entrevista con el representante del Frente Polisario en Cataluña, otra entrevista con los autores del libro “Podemos. Izquierda y nueva política” y un artículo sobre “La izquierda y la guerra”, a propósito de la invasión rusa de Ucrania.

EL CASO ALAS CLARIN

El epílogo de esta desconsoladora pero lúcida historia del Caso Alas Clarín, escrita y narrada por Ricardo Labra, se nos antoja más bien feliz: La Regenta, traducida en más de doce idiomas, no solo es en el ámbito de la cultura española una obra clásica, sino que pertenece ya al canon literario universal; a Leopoldo Alas se le considera como uno de los grandes intelectuales europeos del siglo XIX; en España, donde un billete de banco llevó su efigie en 1980, se han publicado sus Obras Completas y, últimamente, los lectores pueden encontrar una asequible edición didáctica de La Regenta; en Asturias, existe una ruta clariniana por los valles de Carreño y la Biblioteca de Asturias alberga una sala dedicada a Clarín; la misma Oviedo, la «heroica ciudad», se enorgullece legítimamente del legado clariniano, y en el espacio público se observa una omnipresencia del recuerdo de Clarín y de La Regenta, con la estatua de la Regenta por Mauro Álvarez Fernández enfrente de la Catedral desde 1997… Un happy end o una ironía de la Historia pensará el lector de esta historia de casi un siglo de desencuentros y ásperas o trágicas tensiones: la teocrática conducta del obispo Martínez Vigil, el precoz olvido en que cayó la obra de Clarín, el ignominioso fusilamiento del rector Alas, la vil e iconoclasta vejación a la memoria del autor de La Regenta, la lamentable historia de su busto y de su monumento, la larga noche del franquismo con su explícita o subrepticia censura a la que con honradez, clarividencia y pertinacia, procuraron oponerse y resistir algunas fuerzas intelectuales de casa y de fuera. Atando cabos, contrastándolos, aportando nuevos documentos como los del Archivo Municipal de Oviedo, con toda la exigencia de una indagación científica, Ricardo Labra ha ido reconstituyendo esta historia. Es una historia necesaria porque la Historia —incluso la literaria— no puede ser un perpetuo palimpsesto donde la última capa de la memoria —siquiera lectora—pretenda ocultar las que siguen subyaciendo, con tanta pregnancia que llegan a ser constitutivas de la propia obra: la activa damnatio memoriae de que fueron víctimas Clarín y su obra, pero también los incansables esfuerzos y la valentía de algunos universitarios que desde el recinto «sagrado» de la universidad, como José María Martínez Cachero, Archivum o el Instituto de Estudios Asturianos, con la ayuda de algunos estudiosos de fuera, reivindicaron la obra de Clarín. Y la capacidad de resiliencia de una dolorida, pero magnánima, familia. De estos casi crípticos rescoldos y de la irresistible latencia de la obra de Clarín brotó la fulgurante llama que, a partir de los años 1980, permitió que empezara a resplandecer su figura. Un capítulo de esta historia aún por escribir. En términos más generales, ¿cómo vamos a negar que la historia general o local llegue a impactar en una historia de la literatura que también es historia de las sucesivas y contextualizadas lecturas —o no lecturas—? El «caso Alas Clarín» y la perniciosa y reductora ideologización a que ha dado lugar su obra, así como también las miradas más distanciadas de los investigadores —como las de Ricardo Labra y los especialistas del canon literario—, son motivo de muchas y significativas reflexiones sobre sus arcanos y la muy darwinania brega a las que están sometidas las obras literarias. Entre las causas de su supervivencia no solo cuenta el valor intrínseco de las novelas, sino que también incide el contexto histórico y los sesgos de las autoridades académicas; pero por encima de todo ello, más todavía si cabe, el amor o el desamor de los lectores. Incluso la «levítica» y «resabiada» Vetusta, que en La Regenta es como escribe Labra el «palimpsesto vivo del texto que la revela» — caso no muy frecuente en la historia de la literatura—, pudo pretender a su autonomización como personaje, contra su autor, para intentar ningunearlo con el silencio o el anatema. Vana pretensión, ya que la obra de arte no tiene patria —ni chica ni grande— que se apodere de ella de manera absoluta ni definitiva. 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Una contribución que pudo quedar en un trabajo universitario de fin de Máster, pero que por obra de la convicción y del ánimo de un autor que ha sabido aunar todo el rigor del historiador con la sensibilidad de un poeta, resulta ahora necesaria para todos: unas imprescindibles glosas a la obra de un «escritor total» —¿qué duda cabe?— que llegó a superar las muchas contingencias de la Historia para ocupar, por fin, el lugar que merecía en la República y el empíreo de las Letras, pero cuya supervivencia efectiva (no solo nominal o emblemática) está entre nuestras manos, las de sus lectores, estudiosos y admiradores; los de ahora y los de mañana. Jean-Fraçoise Botrel, epílogo al excelente libro de Ricardo Labra "El caso Alas Clarín. La memoria y el canon literario". EDITORIAL LUNA DE ABAJO. Obra muy recomendable para los lectores y admiradores de la obra del autor de La Regenta.

PARA ACLARARSE SOBRE LA GUERRA DE UCRANIA

Bienvenida sea, en estos tiempos de manipulación mediática sobre el conflicto, esta nueva edición ampliada (5ª) del libro del profesor Carlos Taibo, después de la primera editada en 2014 con motivo de la crisis ucraniana. Como siempre ocurre con los libros de este autor, este tampoco nos defrauda y es de mucha ayuda para comprender la tragedia que actualmente se vive en Ucrania. Las tensiones entre este país y Rusia, con las potencias occidentales en la trastienda, han reaparecido en 2022. Con la vocación pedagógica que siempre caracteriza el estilo del autor, pero también con la de contestar buena parte del discurso que nuestros medios de comunicación están ofreciendo del conflicto, este libro se propone analizar las claves fundamentales de esas tensiones. Al respecto sopesa la condición contemporánea de los dos países, la crisis ucraniana de principios de 2014 y las diferentes tramas que se han revelado en Crimea y en la Ucrania oriental. Aporta al tiempo una reflexión crítica sobre el papel que en todo lo anterior corresponde a Estados Unidos, a la Unión Europea y a la propia Rusia. Taibo parte de una análisis de la Rusia independiente, en el primer capítulo, para pasar a la política exterior rusa, ofrecernos un breve panorama de la Ucrania postsoviética, revisar la crisis de 2013-2014 y el contencioso de Crimera, centrarse en la Ucrania oriental y el escenario en 2021/2022, y analizar la conducta de Rusia. Diez conclusiones rápidas ponen punto final al libro. LIBROS DE LA CATARATA, 2022

LOS OCHENTA AÑOS DEL DIARIO "EL DILUVIO"

Ochenta años de historia es más que una edad respetable para considerar la importancia de un periódico como El Diluvio en la historia del periodismo español, si bien hay que tener en cuenta que en una primera etapa, desde su fundación en 1858, este diario se llamó El Telégrafo, herramienta novedosa e indispensable para la comunicación en ese tiempo. Hasta ahora, tal como se señala en la introducción de este documentadísimo libro, las monografías sobre el periodismo en Cataluña se centraban el Diario de Barcelona y La Vanguardia. Gil Toll aporta con su trabajo una novedad al centrarse en El Diluvio, la prensa y la segunda República, partiendo de los primeros años en que ese periódico se llamó El Telégrafo. Cuando nace El Diluvio, en 1879, no se parece en nada a su predecesor. Ya no es diario monárquico sino republicano, ni católico sino anticatólico. El libro de Toll se centra sobre todo en la segunda república, por tratarse del episodio histórico de mayor importancia en la trayectoria del diario republicano federal. El Diluvio fue el único apoyo mediático de Francesc Macià y la recién fundad Esquerra Republicana de Catalunya en las elecciones municipales de 1931. Alentó la revuelta pacífica el 14 de abril y señaló a Lluis Companys como el mejor candidato para la sucesión de Macià. El Diluvio presentó una candidatura electoral de síntesis para superar la división republicana en 1933, instó a la formación del Frente Popular y defendió la segunda república durante la guerra hasta la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, que saquearon las instalaciones del periódico, perdiéndose la valiosa colección entera de un diario con ochenta años de historia. IKARIA EDITORIAL, 358 PAGS.

LA BIOGRAFÍA TESTIMONIAL DE AZAÑA DE RIVAS CHERIF

Verdaderamente magnífica esta edición que ofrece Reino de Cordelia de la biografía de Manuel Azaña, escrita por su cuñado, Cipriano Rivas Cherif, y publicada por primera vez en México en 1961. La primera edición en España data de 1980 a cargo de la editorial Grijalbo. En esta ocasión el prólogo lleva la firma del ex presidente del gobierno Rodríguez Zapatero, que considera esta obra como lectura indispensable para todo aquel que quiera interesarse por la historia reciente de España y lo que supuso en anhelos y frustraciones el corto periodo de la segunda República. Obviamente, también es igualmente indispensable para el conocimiento de la vida y obra de Azaña, pues la singularidad de "Retrato de un desconocido" radica en que es el único libro, de los que han tratado de acercarse a la complejidad política y literaria del personaje que está basado en el conocimiento directo y personal de don Manuel a lo largo de un cuarto de siglo. De ahí que, como observaba Enrique Rivas en la primera edición publicada en nuestro país, su valor testimonial constituya su rasgo más destacado, haciendo que la obra sea insustituible, incluso como fuente histórica inmediata. Es de subrayar que el autor, Cipriano Rivas Cherif, (1891-1967) redactó esta biografía durante su estancia en la cárcel, sin citar en ningún caso el nombre del protagonista, después de que la Gestapo lo detuviera en Francia para ser entregado a las autoridades franquistas, en compañía del president de la Generalitat Lluís Companys y del periodista Francisco Cruz Salido, fusilados por la dictadura, y también del líder sindicalista asturiano Teodomiro Menéndez, encarcelado junto a Rivas. Lo que pretendió el autor con este libro fue hacer un buen complemento a las "Memorias políticas y de guerra" de Manuel Azaña. Rivas lo rebasa holgadamente. Las edición cuenta con buen número de valiosos testimonios gráficos. EDITORIAL REINO DE CORDELIA, 853 PAGS.

LA MÁS TRÁGICA FECHA DE NUESTRA HITORIA

La idea de la colección a la que pertenece este libro me parece excelente, sobre todo para introducir a quienes no frecuentan la historia y desean saber, sin embargo, lo que determinadas fechas históricas representan. La del 18 de julio de 1936 es, indudablemente, una de las que con mayor interés puede atraer a los lectores de nuestro tiempo. Ese día, el gobierno del Frente Popular de la segunda República anunció por la radio una rebelión militar en Marruecos. Ocurrió a primeras horas de la mañana y la información trataba de transmitir una tranquilidad que quizá muchos no creyeron, habida cuenta los precedentes en las semanas y meses precedentes, como los asesinatos del teniente Castillo y del diputado José Calvo Sotelo. Después de muchos meses conspirando, los principales mandos militares se sublevaron en distintos puntos del país. El golpe militar no llegó a triunfar, pero trajo consigo una grave debilitación del gobierno republicano, desencadenando una revolución que ese mismo gobierno había querido evitar. El mapa de España se rompió en dos y una guerra de tres largos años se abrió paso con todos sus horrores, que fueron muchos. Este libro de la historiadora Pilar Mera no defraudará a quienes lo lean. La concisión de su estilo y la agilidad y transparencia con la que documenta su trabajo hacen del mismo una muy meritoria aportación a la historia de la más trágica jornada vivida por este país y por quienes nos precedieron y vivieron aquella “salvaje pesadilla”, en palabras de Miguel de Unamuno. EDITORIAL TAURUS, 2021

PUNTOS DE PÁGINA

PUNTOS DE PÁGINA

LOS INTERIORES DE UN MITO

Mario Amorós, biógrafo de Pablo Neruda, Salvador Allende y Augusto Pinochet, ha escrito una documentada biografía también de una personalidad indiscutible de nuestro siglo XX como lo fue Dolores Ibárruri, en la que se ha ceñido a una frase pronunciada por Pasionaria: “Yo no soy ningún mito, yo soy una mujer, una comunista”. Esta mujer del pueblo, que desde sus primeros años tuvo conciencia de su miseria y de lo que significó como injusticia la organización social en la que vivió, se nos presenta en este libro de casi 600 páginas muy próxima y humana. «Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados que quieren, por el fuego y el terror, sumir a la España democrática y popular en un infierno de terror. Pero no pasarán…» Aquel legendario llamamiento por radio del 19 de julio de 1936 convirtió a Dolores Ibárruri, a la sazón diputada del Frente Popular por Asturias, en el símbolo universal de la resistencia republicana frente al fascismo. Nacida en el corazón de la cuenca minera vizcaína y militante del Partido Comunista de España desde su fundación –ahora hace justo un siglo–, es en el crisol y la tragedia de la guerra civil cuando se forja el mito de Pasionaria. Tras la amarga derrota de 1939 conocerá un largo exilio de cuatro décadas, principalmente en la Unión Soviética. Asume la secretaría general del PCE en plena guerra mundial, en la que su hijo Rubén, oficial del Ejército Rojo, muere en la batalla de Stalingrado. Retornada a España en 1977, la imagen de Dolores Ibárruri del brazo de Rafael Alberti, en el Congreso de los Diputados, constituye una de las estampas más icónicas de la Transición. Fallecida en Madrid el 12 de noviembre de 1989 –apenas tres días después de la caída del Muro de Berlín–, su vida es un hilo rojo que atraviesa todo el siglo XX. A partir de una documentación excepcional y en buena parte inédita (como es el caso del archivo personal de Dolores Ibárruri), Mario Amorós ha escrito un relato biográfico riguroso y sobre todo necesario de una de las grandes figuras del movimiento obrero y comunista internacional, de una personalidad esencial para comprender la historia de la España contemporánea. EDITORIAL AKAL

CON EL DISCURSO DE UNAMUNO EN 1936

Fragmentos de un mosaico roto contiene un conjunto heterogéneo de textos de Luis Portillo escritos en el exilio a mediados del siglo XX. Algunos de ellos eran para un programa de radio que tenía en la BBC; otros son sencillamente impactantes por sí mismos, como la reconstrucción del discurso de Unamuno en Salamanca en 1936. Temáticamente se organizan en dos grandes núcleos: los referidos a España, sus hombres, su historia y su cultura; y los centrados en el mundo anglosajón. Dada su pasión por la lengua española, el punto fuerte de Luis Portillo es su estilo, que da unidad al volumen. No busca tramas complicadas para sus historias, sino «decir bien» y "decir bello", con una prosa culta, concisa, de ritmo fluido. Frecuentemente utiliza términos de un castellano recio, sonoro, brillante y bello, para despertar en el lector la piedad por unos personajes, la risa o la admiración por otros, o la rabia ante la barbarie totalitaria de otros más. Por la belleza formal de su prosa, muchas páginas de este volumen reúnen todos los requisitos para el disfrute intelectual de los lectores. Luis Portillo también consigue con estos textos los mismos objetivos que atribuyó a Francisco de Goya respecto a la función de su arte: "Goya perpetuaba, eternizaba el instante. Porque tal es la suprema misión del arte: divinizar lo perecedero, redimirlo de caducidad...". EDITORIAL RENACIMIENTO

DESCENSO A LOS ABISMOS DEL MAL

Siempre es de celebrar un libro del periodista Vicente Romero, al que debemos los mejores reportajes en defensa de los derechos humanos que hemos podido ver en la televisión pública española a lo largo de dilatada y comprometida carrera. Este que acaba de publicar Akal lo conforman en buena medida las entrevistas que Romero hizo a quienes fueron protagonistas del terrorismo de estado en distintos países, de ahí su título. "Cafés con el diablo" describe algunos abismos del mal entre los que ha transcurrido y aún transcurre nuestra existencia, a los que sólo nos asomamos de forma ocasional y somera en reportajes de televisión y artículos de prensa, cuya brevedad –y, últimamente– escasez no nos permite mantenernos conscientes de su gravedad ni, por tanto, combatirlos. Se echan de menos periodista como Romero en nuestra televisión pública actual, tan depauperada de buen periodismo. En las páginas de esta obra se refleja el horror de los delitos de lesa humanidad de los que Vicente Romero ha sido testigo a lo largo de los años en escenarios tan distintos como las tiranías del Cono Sur americano, la barbarie yanqui en Vietnam o Guantánamo, la locura de los Jemeres Rojos en Camboya o las atrocidades de la actual «guerra contra el terrorismo». Se trata de un libro insólito, fascinante –como afirma Jean Ziegler en el prólogo–, en el que el autor teje sus propias experiencias con entrevistas personales a algunos de los peores administradores del mal de la historia más reciente: criminales de lesa humanidad, genocidas, torturadores y asesinos en masa, diablos que se expresan con escalofriante frialdad ante un periodista que saben enemigo. Y junto a estos arrogantes centuriones, despiadados dirigentes políticos y altos funcionarios, convencidos todos de cumplir una misión histórica…, figuran sicarios obedientes, subalternos amedrentados y soldados o policías disciplinados. Cafés con el diablo ofrece una información movilizadora sobre una realidad que estamos obligados a conocer. Porque traicionar la memoria de las víctimas del horror es traicionarnos a nosotros mismos. EDITORIAL AKAL

 

Memoria republicana 75 años después

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