miércoles, 21 de agosto de 2019

LA FALSARIA CAMPAÑA ELECTORAL QUE NOS ESPERARÍA CONTRA UNIDAS PODEMOS


Félix Población

Mientras el presidente del gobierno en funciones sigue tendido en la solaz de Doñana, desde Unidos Podemos se trabajó en una alternativa para continuar las negociaciones rotas en julio en pro de un gobierno de coalición:

Casi 120 folios que, sin apenas tiempo para leerlos, el Partido Socialista se ha apresurado a rechazar como si todo cuanto ocurrió en julio hubiera sido más una farsa que un intento constructivo de coaligarse para gobernar. O sea, dando la impresión de que la apetencia más fundada por parte de Sánchez -antes y ahora- fuera convocar elecciones y poner en marcha, para atenerse a las halagüeñas y posiblemente desmesurados diagnósticos demoscópicos, una sucia campaña electoral contra su "socio preferente".

Si esto fuera así, como parece, a la ciudadanía progresista de España -mayoritaria en la nación- no solo le aguarda la decepción, frustración e idignación que unos nuevos comicios van a comportar en su ánimo, sino posiblemente la campaña electoral más cínica y falsaria de los últimos cuarenta años por parte del PSOE, un partido sumamente experimentado en prometer en los mítines lo que no cumple cuando accede al gobierno. En este sentido lleva ya un trecho caminado el actual presidente del gobierno en funciones a cuenta de sus últimas y precipitadas relaciones con Unidos Podemos, formación política a la que debe el puesto que ocupa.

El documentado presentado por UP al Partido Socialista se pide volver a negociar sin reproches a partir del punto en que quedaron interrumpidas las conversaciones, según es norma en estos casos, ofreciendo una línea de propuestas programáticas. Recuerdo que los gobiernos de coalición se dan en gran número de países europeos y fueron posibles en las comunidades autónomas, entre ellas La Rioja, ayer mismo. Se incluyen hasta diez puntos negociables, entre ellos algunos que los votantes del Partido Socialista deberían considerar tan esenciales como los de Unidas Podemos, pero sin Unidas Podemos no se cumpliría con un gobierno en solitario del PSOE: la exigencia de una “garantía de empleos dignos y estables”, la mejora de los servicios públicos y de la situación de la España vaciada. También “bajar los precios del alquiler” y la subida de los impuestos “a los que más tienen para garantizar la justicia social”, así como “luchar contra la emergencia climática”. 

Hasta el 23 de septiembre hay plazo para creer que no tendremos la vergüenza de concurrir a unas nuevas elecciones en noviembre. Si fuera así, porque el gobierno de coalición no es posible, el principal objetivo que se marcará el Partido Socialista en campaña electoral, y los medios que le prestan cobertura, será culpabilizar a Unidas Podemos del fracaso de no haber logrado ese gobierno. Ya ocurrió en 2016 y volverá a repetirse ahora, por desfachatado que resultó entonces y volvería a ser ahora, pero vivimos en la época de la mentira, según escribiera el filósofo Carlos París, y al PSOE se le viene dando muy bien habitarla con el apoyo de los poderes mediático-financieros.

                                      DdA, XV/4253                                

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