Lo que me faltaba a estas alturas es que un político desvele, interprete a su manera y utilice una conversación conmigo en su beneficio. Hablo con todos los políticos y no estoy dispuesta a alimentar el morbo. Con relación a Pablo Iglesias, ya sé lo que debo hacer en el futuro.
Lo siento Lucía. No pensé que fuera una conversación secreta. Había mucha gente delante. No he dejado de dar vueltas a lo que me dijiste. Pero te pido disculpas si te ha sentado mal que lo haya contado. Un abrazo
Lazarillo
Como ha de ocurrir en estos casos, Pablo Iglesias ha pedido disculpas a la redactora-jefe de opinión del diario El Mundo y habitual tertuliana en varios platós de televisión y estudios de radio, aunque no parece por lo que dice el líder de Podemos que se haya tratado de una conversación privada, pues la opinión de la periodista zamorana -a la que estima y aprecia profesionalmente este Lazarillo- fue expresada en presencia de "mucha gente". Dijo Lucīa, según Iglesias, que el sistema nunca permitiría que Iglesias se sentara en un consejo de ministros ni que ella fuera directora de un periódico. Lo que no entiendo es por qué considera Lucía Méndez que exponer su opinión como periodista le procura a Iglesias un beneficio, a no ser que ella entienda que al hacerlo le cause a Lucía algún perjuicio profesional, algo que descarto habida cuenta lo dilatado y reconocido de su currículum desde que formó parte de aquella escueta redacción en El Correo de Zamora en donde se inició. Con toda seguridad, una charla en sentido contrario, con Iglesias como protagonista de similar comentario, habría sido utilizada por Lucía para uno de sus perspicaces artículos políticos, sin reproche alguno por parte del citado.
DdA, XV/4262
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