BOLSONARO DEBE SER JUZGADO POR CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD (LEONARD BOFF)

 Bolsonaro debería ser juzgado por la Corte suprema de los crímenes contra la humanidad. El Amazonas es de la humanidad, la gestión la tiene Brasil, pero la tierra, la diversidad y el oxígeno son de la humanidad”. Leonardo Boff -teólogo, ex-sacerdote franciscano, filósofo, escritor, profesor y ecologista brasileño- resumió así el rol de Jair Bolsonaro en la catástrofe en el Amazonas, donde arden miles de kilómetros cuadrados desde hace dos semanas.
“Bolsonaro tiene responsabilidad directa. Desmanteló todas las organizaciones que protegían la Amazonía, se presentaba como el presidente motosierra. Hizo un pacto con Trump para explotar la minería y la ganadería, especialmente en las tierras indígenas, que son muy ricas en eso. Dejó un campo libre al agronegocio para seguir deforestando y expandiendo sus negocios”, ilustró Boff entrevistado en AM750 este domingo.
Boff precisó que ya ardieron 2.250 kilómetros cuadrados de selva y que en respuesta Bolsonaro no hizo más que enviar tropas y policías a la selva.
“La Amazonas está ardiendo, y es un bien común de la humanidad. No es de Brasil. Brasil tiene la gestión pero la tierra, el oxígeno, es un bien común de la humanidad. Si los franceses quisieran quemar todas las obras de arte del Louvre todos protestarían. El Louvre es de Francia, pero el arte es de toda la humanidad. Hay que llevar a Bolsonaro a la la Corte suprema de los crímenescontra la humanidad”, remarcó el filósofo, uno de los que colaboró activamente en la encíclica Laudato Si del papa Francisco.
Injerencia de EE.UU:
Boff indicó que la actualidad política que atraviesa Brasil con Bolsonaro como presidente tiene que ver con un plan expansivo de Estados Unidos en el continente, que incluía borrar del mapa a los gobiernos progresista.
“La idea es que Brasil sea reconlonizado, que exporte solamente commodities, que sea una colonia para el abasto de los países ricos”, señaló al respecto.
En ese trazado fue cruciar el encarcelamiento de Lula, con quien el ecologista se mantiene en contacto permanente, según detalló en la entrevista.
Pinchad aquí la entrevista completa a Leonardo Boff:

ME CAGO EN BOLSONARO UN DÍA SÍ Y OTRO TAMBIÉN

Ana Cuevas

Cuentan que en el principio solo estaba dios... y su mala leche. Parece ser que este ente sobrenatural, eterno y definitivamente bipolar andaba aburrido y falto de estímulos y decidió idear un universo que albergara unos seres imperfectos con los que poder entretenerse algunos miles de años. ¡Será por tiempo libre! 

Aseguran que nos creó a su imagen y semejanza. ¡Vaya!, eso no deja en muy buen lugar al molde y explica muchas cosas. La cuestión es que, pese a que potencialmente podía habernos insuflado la bondad absoluta y ser el arquitecto de un hermoso diseño de amor y paz, escogió dejarnos a medio cocer. Vamos, que el producto ya salió tarado de serie, adrede. 

El autor de esta chapuza nos exigió a cambio, eso sí, que lo amáramos y obedeciéramos sobre todas las cosas o de lo contrario inundaciones, pestes, o apocalipsis multiformes esperaban a los desdichados que le llevaran la contraria.  Amén de un infierno plagadico de torturas para que, después de muertos, los pecadores siguieran sufriendo hasta el infinito y más allá. ¡Un tío majete, ¿eh?!

El caso es que lo de asolar poblaciones sodomitas o convertir en estatuas de sal a los curiosos entretiene un tiempo, pero luego se cae en la rutina.

Entonces dios inventó la externalización de los servicios. ¿Creíais que era cosa del diablo? En absoluto. Solo a un ser tan maquiavélico se le pudo ocurrir delegar en otros tipos despreciables para hacer el trabajo sucio. Satanás a su lado, un piernas del inframundo.

Para azuzar y mortificar a la humanidad no faltan candidatos. Sicarios a sueldo que llegan al poder mintiendo y asustando al ¿inocente? rebaño de corderos. Ahora mismo, en la reunión del G-7 hay unos cuantos de ellos. Blindados hasta las muelas por ejércitos de esbirros, como ellos pero en chusquero, de los manifestantes que exigen un mundo más humano y justo.

El Amazonas arde intencionadamente. El pulmón que nos permite respirar no tiene repuesto. Bolsonaro se ríe de los ecologistas. Yo me cago en Bolsonaro día sí, y día también. Lo estaré esperando en el infierno.

Y allí esperaré también al bueno de Salvini y a todos los borregos que normalizan la inhumanidad y penalizan la solidaridad. Compartiremos caldera todos juntos. Yo, por ser una pecadora irremisible que no tiene ningún propósito de enmienda. Porque me cago en los dioses y en todas las falsas patrias. Por hereje, bruja y amante de la buena poesía, entre otras muchas cosas.

Cada cual, que eche sus propias cuentas y apechugue con las consecuencias.

                        DdA, XV/4259