Lazarillo
A la periodista Pilar Urbano no la jubilará nada con tal de ser noticia más allá del cumplido currículum profesional que tiene. Por eso, muy de vez en vez y desde el altozano que le procura su experiencia, edad y contactos, aprovecha las magnonoticias para ser noticia ella misma a través de su columna. En el caso de la repentina retirada (o las de Villadiego) del rey emérito, dada a conocer recientemente, Urbano ha comentado en el diario El Español que si don Juan Carlos desaparece de la escena pública lo hace porque
existe algún riesgo venidero de escándalo. Podría ser por asuntos económicos relacionados con su fortuna fuera del país. En las famosas Cintas de Corinna, grabadas por el ex comisario Villarejo,
se apuntan entramados económicos allende España. Cuando se tiene dinero
fuera, recuperarlo no es fácil y puede incurrirse en delito de blanqueo
si la fortuna se encuentra paraísos fiscales.
Además de por asuntos de filiación, según Urbano, con hasta tres demandas de
paternidad contra don Juan Carlos, está también la posibilidad de los delitos penales: si ha
intentado recuperar o movilizar sus fondos en cuentas en el extranjero
en estos cinco años. Una vez que no es inviolable entran en escena
delitos como la evasión, el blanqueo y el fraude fiscal. O cabe la posibilidad -añade la periodista- de que se quiera investigar por parte de partidos republicanos la procedencia de esos fondos que Corinna cantó. O por qué no, que el yerno encarcelado y desterrado por la Casa Real tire de la manta.
En suma, concluye, doña Pilar, muchos riesgos y demasiado
preocupantes que harían exigirle al reye emérito la renuncia para representar a la monarquía española en actos públicos.
DdA, XV/4187
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