jueves, 27 de junio de 2019

LO DE ATLÁNTICA XXII ES ALGO MÁS QUE EL FINAL DE UNA CABECERA


Félix Población

Durante más de diez años hubo en Asturias una magnífica publicación bimestral en papel llamada Atlántica XXII, fundada y dirigida durante dos lustros por uno de los periodistas de aquella región a los que no cabe más que admirar, Xuan Cándano. El día en que Xuan dejó de llevar el timón, presentí que su ausencia iba a notarse, pero no hasta el punto de que esa ausencia iba a comportar a la postre la ausencia de la revista en su edición de papel. Estos días se nos ha anunciado que esa edición de Atlántica XXII dejará de estar en la calle y entre quienes apoyábamos ese periodismo crítico e independiente, único en Asturias, y muy escaso también en el resto del país. 

"La revista Atlántica XXII -leemos hoy en TPA- no volverá a venderse en los kioskos. El número 62, que está ahora mismo a la venta, es el último que saldrá a la calle por la delicada situación económica de la revista. La falta de publicidad es la principal desencadenante de esta decisión. Atlántica XXII cuenta con 800 suscriptores y mantendrá la actividad en su página web". 

Siempre que ocurre algo así, esto es, que un medio de información se cierra no porque sea un mal medio de información privado de capacidad e independencia crítica, sino por falta de publicidad, todos profesionales del periodismo deberíamos alarmarnos, porque el periodismo debería estar sustentado, sobre todo, por el periodismo, no por la publicidad. Máxime cuando sabemos, como es el caso de Atlántica XXII, que lo que en su caso le han negado es la publidad institucional. 

A esta revista se la ha castigado a no existir en papel, con ser una de las publicaciones que quedará en la historia del periodismo asturiano como máximo ejemplo de profesionalidad no vendida a los poderes político y económico, por haber mantenido una línea editorial crítica contra esos poderes y haber denunciado en su día las corrupcciones de todo signo que se dieron en esa región. 

Me envenena y me enoja hasta extremos que no creía ya en mí, después de tantos años, que en este país un tipo de como Ferreras -el amigo y sostén de Inda en La Sexta- repita en su canal esa falsía vomitiva de "más periodismo", mientras el auténtico, el ejercido por los redactores y colaboradores de Atlántica XXII, parco de soldada pero rico en vocación,  queda una vez más como una lección del oficio desalojada de permanencia impresa. 

¿Es que en Asturias no hay capacidad para evitarlo? ¿Cómo podremos aspirar a algo de provecho para esa región si no somos capaces de encontrar a mil ciudadanos dispuestos y comprometidos a mantener esa cabecera de papel en pie? Lo de Atlántica XXII es algo más que la pérdida de una cabecera: es la constatación, de consumarse, de que las comunidades se merecen el periodismo que tienen, en el que -por lo general- las virtudes de Atlántica XXII son minoritarias o no existen.

                          DdA, XV/4211                         

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente Felix. Abrazo.

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