viernes, 7 de junio de 2019

EL PSOE DE NAVARRA Y EL PSOE DE FERRAZ


Félix Población

Hay que prestar atención a lo que ocurra en Navarra porque puede ser muy significativo para prever lo que puede ocurrir en España. Allí también hay tres derechas, con la diferencia de que no soportan a una ultraderecha que pueda contar a la hora de formar gobierno. Tampoco en Euskadi, tampoco en Cataluña, donde ni siquiera cuenta.

Unión del Pueblo Navarro (UPN) es el aliado del Partido Popular y Ciudadanos Navarra es la marca del partido de Rivera. UPN parece dispuesta a la abstención en la sesión de investidura de Pedro Sánchez cuando se celebre la segunda votación en el Congreso, que solo requiere una mayoría simple para que Sánchez permanezca en La Moncloa. Para eso, el Partido Socialista tendría que entregarle a cambio a UPN la presidencia del gobierno navarro. Si así fuera, el PSOE de Navarra debería evitar un acuerdo con Bildu, consistente en su abstención, acuedo que impediría el acceso de la derecha al gobierno de aquella comunidad. 

Esto no convence para nada al PSOE navarro, pero tanto Sánchez, como su vicepresidenta en funciones Carmen Calvo y  su ministro de Fomento en funciones Ábalos están por no negociar nada con Bildu. A ninguno de los tres les parece ilustrativo el ejemplo del candidato del Partido Popular a la alcaldía en la localidad alavesa de Labastida, Daniel García, que ha ofrecido a los electos de la izquierda abertzale, EH Bildu, la formación de un Gobierno de coalición en el que los independentistas tendrían las concejalías de deportes y de euskera. La oferta también fue lanzada al PNV para, como ha explicado el candidato popular, disponer de un Gobierno "unitario".


Haciendo uso de las estadísticas en Navarra se debe recordar el currículum electoral del Partido Socialista en aquella comunidad autónoma. Algo como lo que se defiende desde Madrid ya sucedió en 2007 con unos efectops perniciosos. El resultado electoral siguiente del PSOE fue una pérdida de seis puntos en los comicios de 2011 y de casi nueve en 2015, en plena crisis del PSOE. 

Los resultados de las últimas elecciones, sin embargo, han situado a ese partido casi al nivel que tenía antes de 2007, con algo más del 20 por ciento . Si el ciclo se repitiera y el dictado de Ferraz mandara sobre el de Pamplona, los votantes del PSOE el pasado 26 de mayo comprobarían en aquel territorio que el grito del 28 de abril ¡con Rivera no!, coreado por la militancia ante el líder que la militancia repuso, no cuenta. ¿Lo tiene claro Sánchez ahora, como parece que lo tenía cuando fue aclamado ese día por la militancia que, con Unidas Podemos, lo hizo presidente del gobierno en la anterior legislatura?


                     DdA, XV/4192                   

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