domingo, 5 de mayo de 2019

UNA VEZ MUERTOS, ESPAÑA HOMENAJEA A LAS VÍCTIMAS DEL NAZISMO

Lazarillo

Un día antes de fecha tan señalada en su vida como el pasado 14 de abril, falleció a los 103 años de edad Neus Catalá, siperviviente del campo de concentración de Ravensbrück. Anteriormente, a los 99 años, en el mes de febrero, había fallecido Ramiro Santiesteban, que sobrevivió casi cinco años en el campo de Mauthausen y murió a los 97 de edad. A finales del año pasado, y también a la avanzada edad de 99, había fallecido Paco Aura Boronat. Han tenido que transcurrir más de setenta años para que un Consejo de Ministros de un gobierno democrático, el celebrado el pasado viernes, correspondiente al país en el que el nazi-fascismo contribuyó a la victoria en una guerra atroz de un dictador que lo sumió en una negra represión, para que se reivindicara oficialmente la memoria de los diez mil republicanos españoles que estuvieron presos en los campos de concentracióin nazis. La medida fue aprobada para recordar “esta parte fundamental de la memoria de España”. También para brindar un reconocimiento público al más alto nivel” para estos “luchadores por la democracia y la libertad”, según la resolución publicada en el BOE. Que este reconocimiento oficial se haya dado una vez muertos todos los internos y tras más de veinte años de gobiernos del Partido Socialista resulta...póngase el adjetivo calificativo que corresponda. Yo no lo encuentro. Hubiera sido mucho mejor que la siguiente esquela, publicada hoy por el ministerio de Justicia, se hubiera publicado en vida de los sobrevivientes.

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No era el lugar ni las circunstancia. Esto exige preguntarse -leo a Manuel Jabois- si una injusticia como la de Romeva y sus compañeros solo puede serlo en la medida en que lo sean otras más famosas, si no puede defenderse por sí misma sin necesidad de emparejarse o colonizar otras, poniéndolo todo perdido, hasta lo más impensable. Y si esa voluntad propagandística está ayudando a dar a conocer las denuncias del procesismo o, simplemente, lo que hace es dar a conocer su falta de pudor. Dicho lo que dice Jabois, tampoco era lugar para que la ministra de Justicia portara una bandera roja y gualda porque no fue la que defendieron las víctimas del nazismo.

                  DdA, XV/4160                   

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