jueves, 30 de mayo de 2019

UNA TORTILLA DE ALTURA ENTRE BUITRES SIN FONDO


 Lazarillo

Contra los estragos depresivos que puedan ocasionar unos resultados electorales como los del pasado domingo en la otrora capital de la República (¡Madrid qué bien resistes!), feudo en nuestro tiempo de la mayor corrupción política del partido que volverá posiblemente a gobernar el Ayuntamiento y el gobierno regional en comandita con Ciudadanos y la extrema derecha, este Lazarillo pensaba comerse una tortilla de cuatro huevos con su dilecta compañera y el gato Sirio sobre la vera de ambos, según acostumbra el felino desde su preferido lugar de observación gastronómica.  Lo ocupa casi siempre que se inquieta ante el batido de huevos de gallina libre, adquiridos en la finca de la que él mismo procede. Pero como al gusto de la jugosa tortilla, con buen pan de escanda y mejor vino de Toro como aliados antidepresivos, lo colma mejor con esas mismas funciones un yantar a la intemperie montaraz, desechamos comer a mantel puesto, dejamos a Sirio huérfano de nuestra presencia y tiramos p'al monte, con el gustoso placer de un almuerzo de altura en la cima del Cervero serrano (1420 metros), allí donde tan a placer se avista el planear de los buitres a ojo de prismático. Los otros, los de los fondos que saquean y expulsan a aquellos inquilinos que se resisten a su asalto en la capital de este reino corrupto, sobrevuelan con renaciente y acumulada codicia qué les deparan a su favor los votos de los madrileños.

                DdA, XV/4185            

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