Le tengo admiración y respeto al psiquiatra y ensayista asturiano Guillermo Rendueles, cuyo compromiso político contra la dictadura le avala como un demócrata digno de toda confianza. No me ha sorprendido que en estas póximas elecciones del domingo la decisión de Rendueles de ocupar un lugar simbólico en los últimos puestos de la candidatura de Podemos Asturies. En calidad de independiente, Guillermo justifica su inclusión en esa lista porque el partido morado le parece un movimiento joven y de izquierda, y puede por lo tanto, si no avanzar mucho por delante porque Rendueles no es muy optimista, sí evitar que nos vayamos muy atrás, según explica hoy en una entrevista que publica el diario La Voz de Asturias. Como muchos de los que por edad e ideario coincidimos con él, pienso que Unidas Podemos hará que el Partido Socialista pueda adquirir posiciones de izquierda, aunque se trate siempre de mínimos. Lo que más me ha interesado de la interviú con Rendueles no ha sido esto sino su opinión acerca del renacimiento de la extrema derecha en nuestro país: "No es una ola única, esta es la primera ola, pequeña, con gente muy
tosca, pero detrás va a venir una ola más grande de extrema derecha, y
que se puede parecer más a Francia. Marine Le Pen
es una política inteligentísima que tiene mayoría en todos los barrios
de París que yo conocí que eran de extrema izquierda. Y ahora en vez del
primero de mayo celebran a la Doncella de Orleans (Juana de Arco). Creo
que en España se va a repetir ese doble movimiento. Estos de ahora dan
bastante risa pero van a ser sustituidos, como en el resto de Europa,
por políticos más hábiles. He pensado mucho en ese fenómeno europeo
porque cada vez que voy a Francia me apetece llorar. Me di cuenta de que
este auge del fascismo es porque hay gente de abajo que ha visto como
el mercado lo arrasaba todo y les dejaban sin trabajo pero también sin
costumbres. Los franceses tienen muchas tradiciones pero las
hamburgueserías y las boleras han arrasado la cultura popular. El
fascismo es un movimiento nostálgico, que tiene nostalgia de la Gran
Francia, de la Francia de las costumbres; me recordaba a lo de la
Falange de la familia, el municipio y la nación. El capitalismo arrasa
con todo, arrasa con las familias y las costumbres, y esa nostalgia les
lleva a querer volver atrás".
Creo, con Rendueles, que esa segunda ola se va a dar, y sus posibilidades de éxito dependerán de la solidez que encuentre enfrente y de las lecciones que la izquierda extraiga del caso francés y el de otros países europeos. Por eso es tan importante, entre otras cosas, un gobierno de coalición ya.
DdA, XV/4179
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