jueves, 2 de mayo de 2019

¿QUÉ PASARÁ SI EL PROYECTO FELIPISTA DE PEDRO SÁNCHEZ FRACASA?

En su artículo de hoy en Cuarto Poder, el politólogo y ex diputado de Unidos Podemos (UP) Manuel Monereo se refiere a la improbabilidad de que UP tenga algo que rascar en el nuevo gobierno que salga de las elecciones generales celebradas el pasado domingo. Todos los indicios apuntan a que no, habida cuenta el muy incrementado diferencial de votos entre el Partido Socialista y UP, mucho mayor que el que se dio en los pasados comicios. Lo lógico es que el PSOE pretendas gobernar en solitario con alianzas variables, apunta Monereo, pero gobernar no es lo decisivo, sino el programa político. Muy interesante la pregunta que Monereo se plantea al término del artículo: "¿Qué pasará si el gobierno Sánchez fracasa, si no está a la altura de las circunstancias y, una vez más, se defraudan las esperanzas de la población? El dilema es claro: o cambio a fondo o regresión. En medio no hay nada".


"Lo decisivo es el programa, la propuesta política. En su centro, si se van a emprender un conjunto de reformas que vayan sacando a este país del neoliberalismo, de la injusticia social, de la precariedad y la desigualdad. Si Pedro Sánchez tuviera sentido histórico, aceptaría la oferta de Pablo Iglesias; me temo que no lo hará y no lo hará porque tiene un proyecto, por así decirlo, felipista: ocupar la centralidad política inaugurando una nueva restauración y consolidando los poderes existentes. Para ello necesita que a su izquierda no haya nadie que cuestiones su liderazgo, que le dispute espacios de poder desde una voluntad de gobierno y de mayoría.
Hay un dato que conviene recordar, el miedo va siempre de ida y vuelta. Pedro Sánchez e Iván Redondo han usado y abusado del temor de las personas a un neo franquismo emergente y a unas derechas que se radicalizaron mucho. Les ha dado resultado. Sin embargo, los problemas siguen estando ahí. Ida y vuelta sí, del miedo. Las expectativas de esta sociedad son escasas. Si algo demuestra la reciente campaña electoral es que las personas la han vivido privadamente, movilizadas cognitivamente, pero sin trasladarse a la acción colectiva y a la movilización de masas. Los medios de comunicación nos han individualizado también en el miedo y han cumplido su función de manipulación.
Como prueban todas las elecciones de nuestro entorno, se vota en negativo, contra los que mandan, porque nadie soluciona realmente sus problemas. La confianza se gana y se pierde muy rápidamente. ¿Qué pasará si el gobierno Sánchez fracasa, si no está a la altura de las circunstancias y, una vez más, se defraudan las esperanzas de la población? El dilema es claro: o cambio a fondo o regresión. En medio no hay nada".


                     DdA, XV/4157                 

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