Ayer, en el transcurso de la grata presentación de mi libro La memoria nombrada en la Biblioteca Pública de Zamora, se suscitó en el coloquio si el PSOE cumpliría su promesa de exhumar los restos mortales del dictador de la basílica del Valle de los Caídos. En atención a ello y a cuantos tuvieron la amabilidad de acudir al acto presentado por mi buen amigo Javier Iglesias, desarrollo lo que ayer apunté como respuesta.
Félix Población
Lo primero que hizo la Fundación Francisco Franco nada más conocer los resultados de las elecciones generales del pasado domingo, que dieron una cómoda victoria al Partido Socialista, fue aprestarse a la defensa de los restos mortales del dictador enterrados en el mausoleo del Valle de los Caídos, como si de un nuevo alcázar de Toledo se tratase.
Se tenía en cuenta para ello lo prometido por la vicepresidenta del fugaz gobierno de Pedro Sánchez en la pasada legislatura: el 10 de junio, lo que queda del general felón será reinhumado en el cementerio de Mingorrubio-El Pardo junto a los restos de su esposa Carmen Polo. Ante esa posibilidad, la citada Fundación asegura en un comunicado que "queda mucho por pelear, por lo que hacemos un llamamiento para que no cunda el desánimo, el nerviosismo ni el derrotismo en nuestras filas".
Se trata, sin duda alguna, de un llamamiento en clave marcial, pendiente de la decisión que debe tomar al respecto Tribunal Supremo, al haber admitido a trámite la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo el recurso de la familia del dictador contra el proyecto del anterior gobierno, fechado el pasado 9 de marzo. La celebración de los comicios el pasado domingo hizo que el alto tribunal aplazara su pronunciamiento sobre las medidas cautelares solicitadas por los descendiente del general felón. Con los resultados registrados el 28 de abril, está bastante claro que políticamente no será posible evitar la medida acordada el 28 de marzo. Hay que recordar, también, que ese acuerdo gubernamental está recurrido por la comunidad benedictina de la basílica del Valle de los Caídos (así como por la propia Fundación Francisco Franco).
Pendientes por lo tanto de lo que decida el Tribunal Supremo, falta saber si el 10 de junio un nuevo gobierno del Partido Socialista celebrará ese 10 de junio el cumplimiento de una promesa que se ha venido posponiendo a lo largo del primer y fugaz gobierno de Pedro Sánchez. El siguiente capítulo será saber qué se hace con el que, según el historiador Enrique Moradiellos, fue el más emblemático lugar de culto al franquismo.
Sabido no hace mucho, por Évole en su entrevista al sumo pontífice Francisco, que el papa no tiene opinión acerca de esa exhumación (similar a la que comportaría la de los restos del dictador Videla en la catedral de Buenos Aires), queda como incógnita a resolver por el próximo gobierno qué se hará de ese lugar, la mayor lacra de la democracia borbónica en estos cuarenta años, con más de veinte gobernados por el Partido Socialista Obrero Español.
PS. Teniendo en cuenta que en Andalucía hay un gobierno de derecha radical, apoyado por la ultraderecha, es muy posible que al desalojo de los restos mortales del dictador de la basílica de Cuelgamuros le siga el mantenimiento de los restos mortales del general felón Queipo de Llano en la basílica de La Almudena, en Sevilla, a pesar de ser el citado el responsable máximo de una represión atroz en aquella región (más de 45.000 muertos y más de 700 fosas comunes).
PS. Teniendo en cuenta que en Andalucía hay un gobierno de derecha radical, apoyado por la ultraderecha, es muy posible que al desalojo de los restos mortales del dictador de la basílica de Cuelgamuros le siga el mantenimiento de los restos mortales del general felón Queipo de Llano en la basílica de La Almudena, en Sevilla, a pesar de ser el citado el responsable máximo de una represión atroz en aquella región (más de 45.000 muertos y más de 700 fosas comunes).
DdA, XV/4158
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