Cuando tanto se nos insiste estos días para que la abstención en las urnas sea la menor posible, para que no ocurra lo que ocurrió en las elecciones autonómicas de Andalucía que dieron el gobierno a la derecha radical, este Lazarillo no tiene más remedio que dar la razón a todo un pueblo de Murcia que ha decidido unánimemente abstenerse el próximo domingo. Para ello se han puesto de acuerdo los 860 vecinos censados en la localidad de Benizar. Lo hacen como lo podrían hacerlo tantos pueblos vaciados de España, comarca y provincias enteras que sufren una creciente despoblación en las provincias del viejo reino de León, las dos Castillas o en tierras de Teruel. Habida cuenta el abandono sistemático que padecen por parte de las administraciones públicas, consideran los vecinos de Benizar que no quieren colaborar con sus votos a que esas administraciones públicas les sigan teniendo en el olvido. "Los pueblos son tan necesarios como las ciudades -dice una de esas vecinas, Ana-. Necesitamos a gente que cuide la tierra". Es panadera. Igual que otros conocidos, Ana tiene la impresión de que "les están
echando". En las últimas semanas, todos los partidos políticos han hecho
esfuerzos por visibilizar en sus programas electorales aquellas medidas
encaminadas a luchar contra la despoblación rural. Incluso algún líder
se ha atrevido a encaramarse a un tractor. "Los urbanitas tienen la
manía de que aquí somos unos paletos -se queja Ana-. Pero no es eso.
Muchos de nosotros hemos vivido en la ciudad, pero hemos vuelto al
pueblo, porque aquí tenemos unos valores que queremos disfrutar". Todos los pueblos de la España vaciada deberían imitar a los vecinos de Benizar. ¿Saben que ocurriría en ese caso? Que el voto sería obligatorio y las voces segurían clamando en unas tierras cada vez más vacías de voces y de vida.
DdA, XV/4149
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