lunes, 22 de abril de 2019

LA ABSTENCIÓN Y LA INDECISIÓN DE LOS ELECTORES EN EL PAÍS MÁS CORRUPTO DE EUROPA


Félix Población

Algunos líderes políticos hablan en esta campaña de que nunca ha sido tan alto el número de electores indecisos. También se habla de los escépticos y del riesgo de abstención que afectaría preferentemente a la izquierda, según sucedió en las pasadas elecciones autonómicas de Andalucia que han hecho posible por primera vez la victoria de una derecha radical, inficionada por la extrema derecha. 

La última encuesta publicada hoy por eldiario.es no registra variaciones importantes sobre lo reñido que va a estar la lucha entre los dos bloques, el de izquierda y el de derecha, de cara a la formación de un gobierno en una u otra orientación, con la posibilidad siempre de que el PSOE puede aliarse con la marca blanca de esa derecha, Ciudadanos, si los números lo permiten.

He observado, con relación a los partidos de la derecha y al Partido Socialista, que sus líderes no han prestado apenas atención a uno de los problemas que más preocupa a los electores en general y que constituye una auténtica lacra en este país desde hace muchos años: la corrupción. Hoy leemos que esa lacra comporta un coste de  90.000 millones de euros para las arcas públicas españolas, según un estudio del grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo. Esa cifra duplica la estimación verificada en 2013  por la Universidad de Las Palmas, que cifraba ese lastre en 40.000. De resultar certeros esos cálculos, el saqueo de lo público habría alcanzado en la práctica, e incluso rebasado, la dimensión sistémica que el incesante goteo de ‘casos aislados’ ha instalado hace tiempo en el imaginario del país.

Los datos actuales consignan que en España tenemos a más de un centenar de presos por corrupción (110) en las cárceles del Ministerio del Interior y 17 en las de la Generalitat de Cataluña. Solo ocho de ellos eran preventivos en los 226 casos con las pesquisas cerradas que tienen pendientes de enjuiciar los tribunales locales (211), las salas penales de la Audiencia Nacional (14) y el Supremo (1), a los que se añaden veinte asuntos recurridos, mientras otros 186 cargos públicos y funcionarios esperan para sentarse en el banquillo tras haber sido formalmente acusados o procesados en juzgados de Instrucción. Más de la mitad de los condenados (51) lo han sido por meter la mano en la caja o malgastar dinero público y otros 28 (más tres preventivos), por aceptar sobornos. El diagnóstico podría ser el de una metástasis de la clepotocracia o lo que en las plazas del 15 M fue posiblemente el grito unánime más voceado y el que más sintonizó con la indignación popular: No hay pan para tanto chorizo.

A los candidatos de Ciudadanos, desde que gobiernan en Andalucía con el partido más corrupto del país (PP), ya no se les oye hablar de regeneración, en previsión de poder gobernar España con ese mismo partido. Tampoco a los del PSOE se les escucha tocar mucho ese tema, no vaya a ser que se lo devuelvan sus adversarios con el "y tú más". Solo Unidas Podemnos se refiere a la corrupción en sus mítines, y no con la insistencia y consistencia que requeriría la metástasis chorizocrática que sufre el país. 

Un total de 90.000 millones de euros deben los ladrones a quienes van a votar el próximo domingo. Estimular a los indecisos o a los abstencionistas ha de costar mucho más si en las tribunas no se ataca con denuedo a quienes han convertido a este país en el más corrupto de Europa.


                      DdA, XV/4148                      

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