jueves, 4 de abril de 2019

DONDE NO SE HIELA EL TIEMPO: GARCÍA LORCA

"Pero imposible repetirse nunca. Esto es muy interesante de subrayar. El duende no se repite, como no se repiten las formas del mar en la borrasca".

Alicia Población Brel
Re(en)señas
Donde no se hiela el tiempo, escritos sobre música es una recopilación de textos de Federico García Lorca en los que habla sobre la música y sobre aquello que la rodea en relación con España.
En las primeras páginas presenta la arquitectura del cante jondo como "un canto teñido por las primeras edades de la cultura" y cita la siguiriya gitana, en comparación con Bach, como aquella melodía que se pierde en sentido horizontal alejándose hacia un punto infinito, así como la música de Bach es igualmente interminable pero en un sentido circular, redondo.
En el libro, escrito en prosa, se aprecia sin embargo el inevitable lenguaje poético de Lorca para describir y perfilar un concepto: "verde máscara gitana a quien el duende pone mejillas temblonas de muchacha recién besada" o "tenía su pupila abierta a los cuatro vientos del espíritu, se impregnó del viejo metal de nuestras melodías". De esta manera nos lleva a la raíz, a la tierra, a lo tangible y lo cercano, tocándonos la fibra íntima para darnos a conocer el fondo de lo que pretende decirnos.
En su manera de entender la música, Lorca nos la cuenta como ese canto desgarrado que nace de un grito, la guitarra compañera, la necesidad de arriesgarse y solo llegar a crear realmente cuando se está en el filo, "a punto de caer al sitio de donde no se vuelve".
Es especialmente tierno cómo habla de las nanas españolas donde "la melodía, igual que en el dulce, se refugia la emoción de la historia" porque late, "estructurada con sus centros nerviosos y sus ramitos de sangre, pone vivo calor histórico sobre los textos que a veces pueden estar vacíos y otras no tienen más valor que el de simples evocaciones". Habla de las nanas como el reflejo de una España que nunca se identificó por ser serena ni reposada, sino ardiente y quemada "a veces sin órbita". Las letras de las canciones hablan muchas veces de las penas de la madre, que canta en una especie de desahogo y aprovecha para dormir a su pequeño. En medio de los paisajes, normalmente nocturnos, que se tararean, el Coco se desdibuja como "una abstracción poética produciendo un miedo cósmico al que los sentidos no pueden poner sus límites. (...) El miedo que el niño le tenga depende de su fantasía". Sin embargo, como advierte Lorca, en España los personajes que asustan en las nanas son el Toro, la Reina Mora, la Loba, la Gitana, etc.
De los textos más emocionantes que he leído, y quizá me haya llegado más como música española que soy, es el de Juego y teoría del duende, incluido en esta compilación. La diferencia que explica entre musa o ángel y duende, un ser que sube de dentro, a quien hay que despertar y con quien debe luchar cada artista para llegar a alcanzarse a sí mismo es la expresión más pura de lo que, desde mi perspectiva, entiendo que es el verdadero arte. Menciona, en concreto, el ejemplo de La Niña de los Peines, quien en un concierto "desgarró su voz porque sabía que la estaba oyendo gente exquisita que no pedía formas sino tuétano de formas, música pura con el cuerpo sucinto para poder mantenerse en el aire". Esto es el duende, lo que "rechaza toda geometría aprendida".
Leyendo el libro me doy cuenta de hasta que punto el autor es capaz de traer lo que somos y ponérnoslo de frente, cara a cara con nosotros mismos, sin formas rebuscadas ni pretensiones. Lorca llega hasta la fibra del ser y la pellizca hasta exprimir la emoción en lágrima.

Traigo a colación la obra Federico hacia Lorca que La Joven Compañía (https://www.lajovencompania.com/producciones) está representando hasta el 7 de abril en Madrid. Tuve la oportunidad de asistir a un pase extraoficial que me dejó realmente con las mejillas temblonas. Si realmente el teatro es la poesía hecha carne, La Joven Compañía ha sabido llegar hasta el fondo, una vez más.
"Dadme alas que yo sabré volar".

                   DdA, XV/4130                   

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