La investigación del asesinato de Javier Ardines, el concejal pescador de Llanes por Izquierda Unida, ha dado un giro en los últimos días. Según publica La Nueva España, la Guardia Civil, se han encontrado nuevos restos de ADN que señalan que el móvil del asesinato podría haber sido sentimental, y no politíco como se pensó en un primer momento.
Javier Ardines, de 52 años y padre de dos hijos, fue asesinado a
escasos metros de su domicilio, en Belmonte de Pría, tras salir de casa
hacia las seis de la mañana en su furgoneta para ir faenar en su barco,
el trabajo con el que se ganaba la vida tras haber renunciado a percibir
sueldo como concejal.
Cuando apenas había circulado unos 300 metros se vio
sorprendido por la presencia de tres vallas de obra que la Guardia
Civil cree que fueron colocadas en mitad del camino vecinal para
tenderle una emboscada y obligarle a bajar del vehículo para retirarlas.
Teniendo en cuenta que se habla de la posibilidad de que el móvil del asesinato podría haber sido sentimental, con la sola aportación de nuevos datos de ADN, cabe preguntarse por qué una noticia así, a los tres meses justos de haberse cometido tal atrocidad, ha ocupado la portada digital del aludido periódico. Una hipótesis elevada a la categoría de portada en un asunto tan grave nos parece un exceso improcedente e impropio de un medio de comunicación serio. ¿Se pretende algo con ello?
DdA, XV/4.014
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