miércoles, 19 de septiembre de 2018

EL MÁS JOVEN GUERRILLERO QUE QUISO RECONQUISTAR ESPAÑA EN 1944*


Félix Población

Posiblemente se trate de uno de los más jóvenes guerrilleros antifranquistas, si no el más, de los que perdieron la vida en su lucha contra la dictadura una vez terminada la guerra de España. La Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO) de Aragón inició el 11 de septiembre y concluyó tres días después los trabajos de localización y exhumación del guerrillero oscense Alfonso Bernardo Subías Duque, cuyos restos, según este colectivo, se encontraban en una fosa clandestina en el monte de San Salvador, próximo a la localidad de Santa Cruz de la Serós (Huesca). 

El guerrillero murió en combate contra las tropas franquistas el 28 de octubre de 1944, en ese mismo término municipal. Como única referencia para la localización contaban los investigadores con la de haber sido señalada la fosa con una lápida en 1970, a cargo de uno de los guardias civiles que aquel otoño participó en los combates en la zona de San Juan de la Peña, algo que también recordaban los vecinos de la zona. La única inscripción legible y errónea sobre la losa decía únicamente: Paco Subías 1921-1944. Los restos óseos fueron hallados por un equipo encabezado por los arqueólogos Javier Ruiz, Javier Ortiz y Nacho Piedrafita. Se encontraban enterrados a escasa profundidad, a unos 200 metros del monte de San Salvador. Había junto al esqueleto del guerrillero algunas balas y casquillos de diversas armas y calibres.

La presencia y muerte de Subías Duque en ese lugar tiene su explicación en la operación llamada Reconquista de España que, una vez liberada Francia de los nazis tras el desembarco de Normandía en 1944, inició la Unión Nacional Española (UNE) con la invasión del Valle de Arán. Se trata sin duda de la acción armada más importante, cuantitativa y cualitativamente, de la resistencia antifranquista durante la dictadura, un año antes del desenlace de la Segunda Guerra Mundial y la derrota de los aliados de Franco durante la Guerra Civil. El objetivo no era otro que derrocar al dictador con la ayuda aliada y promover la insurrección popular. Se produjeron diversas filtraciones de ex combatientes republicanos que habían combatido con la resistencia francesa y que accedieron al país por la frontera pirenaica de Aragón y Navarra, dispuestos a apoyar esa operación. La penetración que nos interesa se llevó a cabo en la primera quincena de octubre por la cabecera de los valles de Ansó y Echo, a cargo de los 300 guerrilleros de la 241 Brigada, al mando de José Cortés Brun.

Según cuenta Luis Pérez de Berasaluce en su libro La guerrilla antifranquista en la sierra de San Juan de la Peña. Otoño 1944, paulatinamente se fueron desplazando hacia el sur con la idea de agruparse en los montes de Zuera y Alcubierre, en espera del levantamiento popular que debía producirse en Zaragoza y Huesca. La última semana de ese mes, la brigada se dirigió hacia la zona de San Juan de la Peña tras cruzar el río Aragón. Partiendo de la ermita de San Salvador, se produjo un enfrentamiento el 27 de octubre con el Ejército y la Guardia Civil de fronteras. Estas fuerzas tuvieron noticias de la presencia de una partida de guerrilleros en la zona del monte Cuculo, en el término municipal de Santa Cilia, y se dirigieron a la ermita de la Virgen de la Peña. Antes de llegar fueron emboscados por los guerrilleros y en el combate murió un guardia civil y un soldado, con dos guardias más heridos.

Escribe Luis Pérez de Berasaluce en el libro citado, publicado en 2017: "El día 28 de octubre, las tropas franquistas detectaron un grupo de maquis que estaba cenando en las proximidades del collado que comunica los montes Cuculo y San Salvador, produciéndose un tiroteo en el que resultó muerto el guerrillero Alfonso Bernardo Subías Duque. Según testimonios orales estaba de vigía en esos momentos y no los oyó venir debido al fuerte viento imperante. […]. Subías se había unido a la Brigada en Pau, donde residía desde que su familia hubo de abandonar su pueblo natal, Sesa (Huesca), durante la guerra civil española. Hacía apenas 15 días que había cumplido los 18 años”.

Del guerrillero Subías Duque se sabe que había nacido esa localidad en 1926 y no en 1921 -como indicaba la lápida-, y que era hijo del sastre Alonso Subías Castellar, natural del vecino pueblo de Antillón, y de Juliana Duque Bara. Durante la guerra, la familia huyó a Cataluña primero, tras la ruptura del frente de Aragón, y a Francia después, sin que se sepa nada más de ella. Sí se sabe que finalizado el conflicto armado su tío Virgilio Duque Bara fue condenado a 12 años de prisión por haber pertenecido al comité local que sustituyó al ayuntamiento tras el golpe de Estado militar. Su tía Estefanía Duque Bara se fue a Francia en compañía de sus dos hijos, uno de los cuales no llegó a su destino. Se llamaba Libertad y tenía catorce meses. Estefanía, después de ser internada en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, confiaba en que se iba a reencontrar con su marido en el exilio, pero al carecer de noticias suyas volvió a España en su busca. Francisco Guiral Cáncer había sido fusilado en el cementerio de Huesca el 14 de agosto de 1940. A partir de la indigencia y la soledad (Todos los nombres. Víctimas y victimarios, Víctor Pardo Lancina, Raúl Mateo Otal), esa mujer, que encontró su casa familiar saqueada, hubo de rehacer su vida como tantas otras.

La muerte del joven guerrillero, que solo tenía diez años cuando se inició la guerra y doce o trece cuando hubo de abandonar el país en compañía de su familia, se produjo a su regreso a España en la flor de su juventud para combatir muy cerca de donde había nacido. La versión más extendida, recogida por el investigador Luis Pérez, cuenta que el cadáver de Alfonso Bernardo Subías Duque fue hallado por el perro de un pastor de Santa Cruz de la Serós, en la zona del collado que se abre entre los montes Cuculo y San Salvador. Había sido enterrado a poca profundidad y posiblemente la fosa fue señalada con algunas piedras.

 Mariano Viñuales

Esa muerte no quedó inscrita en el registro civil de Santa Cruz de Serós ni en su localidad natal, pero un guardia civil debió apiadarse del olvido en que pretendieron sepultar su nombre y su memoria. La familia del guerrillero nunca supo el lugar donde fue enterrado, a pesar de haberlo intentado su tío, el también guerrillero Mariano Viñuales Tierz (1919-2013), detenido en 1944 cuando procedente de Francia pretendió unirse armado también a los maquis. Mariano Viñuales, condenado a doce años prisión, contaba siempre que participó en una peculiar huelga de trajes: “Pretendieron, en el 46, que accediéramos a ponernos un uniforme de penados y que firmáramos una declaración en la reconocíamos ser poco menos que bandidos; nos negamos. Se veían los guardias obligados a desnudarnos y vestirnos a la fuerza (hubo quien rompió varios pares de pantalones). Conseguimos mantener la dignidad.”

Ahora queda pendiente, tras la exhumación de los restos óseos de Subías Duque, que la antropóloga Miriam Gracia haga el correspondiente análisis genético en previsión de su futura identificación mediante ADN, caso de que aparezca algún familiar descendiente del guerrillero. Después, Alfonso Abelardo Bernardo Duque será enterrado con la dignidad que merece su memoria en el cementerio de Santa Cruz de la Serós, 74 años después de haber creído con sólo 18 de edad que con su lucha podía colaborar en la reconquista de España que quiso ser y no fue aquella invasión del Valle de Arán.

*Artículo publicado también en El Salto.


DdA, XV/3956

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