Félix Población
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha realizado un requerimiento a Atresmedia y Mediaset para que en sus programas tipo magacín y tertulias eviten la emisión de contenidos que puedan suponer incitación al odio, respeten el honor, la intimidad y la propia imagen de las personas y el deber de diligencia en la comprobación de la veracidad de la información de los contenidos que emiten, según lo que indica la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de Comunicación Audiovisual (LGCA).
Este requerimiento se produce a partir de la denuncia presentada por el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) mediante el cual se canalizaron unas quejas presentadas por un particular sobre el tratamiento informativo dado a un tercero inicialmente sospechoso, y posteriormente exculpado, en relación con la desaparición y asesinato de un menor en Almería el pasado mes de febrero. Las imágenes se emitieron en Antena 3, La Sexta y Telecinco.
Es de hacer notar, en relación con ese requerimiento de la CNMC, la noticia con la que abría emisión el pasado sábado La sexta noche -ese programa show de debate a gritos- y que con otra de parecida factura y similar contenido se ha difundido hasta la saciedad días atrás en los telediarios y demás programas informativos y opinativos. De ese modo, dos anécdotas de carácter racista o xenófobo que tuvieron lugar en el metro de Madrid, fueron grabadas por móvil y no pasaron de una refriega verbal entre los viajeros, han parecido cobrar, con su reiteración y el carácter destacado que se les ha dado mediáticamente, posibilidad interpretativa de síntoma de una naciente intolerancia contra ciudadanos de otras etnias.
Dado que al mismo tiempo estamos asistiendo a una llegada continuada de inmigrantes a través del Mediterráneo -no superior a otras-, magnificada políticamente por algunos medios afines al partido de Pablo Casado, no me parece que repetir y destacar noticias aisladas en las que alguien aventa su odio contra el extranjero pobre sea lo más acertado, a no ser que se haga con una deplorable intencionalidad política. Antes bien, puede considerarse como estímulo para que el delito del odio se reproduzca casi miméticamente y siga pasando de los móviles a los noticiarios ante semejante dispensación mediática, con el riesgo de que el delito crezca de calibre.
En todo caso, tanto en una como en otra noticia salta a la vista la actitud solidaria de los viajeros en general en contra de que ese delito florezca, por más que se le riegue con tratamientos informativos de ese tenor.
En todo caso, tanto en una como en otra noticia salta a la vista la actitud solidaria de los viajeros en general en contra de que ese delito florezca, por más que se le riegue con tratamientos informativos de ese tenor.
DdA, XIV/3918
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