Elbphilharmonie de Hamburgo
Lazarillo
Ayer leíamos en los medios de información que el secretario de Estado de Cultura y el presidente de la Liga de Fútbol habían firmado un convenio para fomentar el cultivo de la lectura en los españoles, entre los cuales hay un 40 por ciento que no lee ni un libro al año. Para motivarlos contarán con la recomendación y el verbo fecundo de aquellos futbolistas más afamados, que comentarán sus libros preferidos. Mucho me temo que el propósito no logrará muchos nuevos lectores, sobre todo si entre los elegidos se encuentran ídolos como Messi, que presumió de haber dejado el único libro que intentó leer en la primera página, según leo. [Es de recordar que este señor tan idiolatrado en los estadios y su padre fueron condenados en
sentencia firme, ratificada por el Tribunal Supremo, por defraudar a la Hacienda Pública].
Según datos recogidos por la Asociación Alemana de Orquestas (Deutschen Orchestervereinigung) y reflejados el año pasado en la prensa alemana,
los conciertos y representaciones que cabe agrupar bajo el epíteto
genérico de "música clásica" congregaron en Alemania a más público que
todos losE asistentes juntos que acudieron a ver los partidos de fútbol
de la Bundesliga, la competición de la primera división germana. Los
datos comentados, correspondientes a la temporada 2015/2016, incluyen un
global de más de 13.000 conciertos, lo que supone un incremento del 10%
sobre las cifras precedentes. En líneas globales, estos datos arrojan la
conclusión de que la
música clásica en vivo reúne casi un 40% más de visitantes que la liga
de la primera division del fútbol alemán en sus estadios: 18,2 millones de visitantes asistieron a los conciertos y 13,2 millones a los partidos de la Bundesliga. Los
datos recapitulados señalan el gran atractivo generado por las nuevas
salas, como la Elbphilharmonie de Hamburgo, la Pierre Boulez Saal o la
renovada Staatsoper Unter den Linden, estas dos últimas en Berlín.
Obviamente, ni en lectura ni en música clásica vamos a establecer comparaciones con los datos que se registran en España. Estamos como estamos porque así estamos.
DdA, XIV/3804
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