El próximo miércoles se inaugura la exposición ‘Miguel Hernández en la cárcel de Alicante: Un intento de silenciar la palabra’ en la sede del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca. La muestra pretende difundir y acercar a los ciudadanos los principales documentos procesales y carcelarios que acreditan las penalidades del poeta bajo la dictadura franquista al finalizar la Guerra Civil.
La exposición cuenta con la colaboración institucional del Archivo
Histórico Provincial de Alicante, el Centro Documental de la Memoria
Histórica, la Concejalía de Memoria Histórica del Ayuntamiento de
Alicante y la Subdirección General de Archivos Estatales.
Miguel Hernández fracasó en su intento de huida al ser detenido por
la Guardia Nacional Republicana en Moura (Alentejo), encontrarse
indocumentado y haber sido considerado ‘indeseable’ en Portugal por la
policía secreta del Estado Novo. La exposición documenta también algunas
de las tragedias personales y familiares del grupo de amigos y
allegados intelectuales que compartieron los últimos años de la vida del
poeta en las cárceles del franquismo.
Por primera vez pueden contemplarse todos sus expedientes
carcelarios, gubernativos y de los tribunales especiales conocidos, que
acreditan la represión sufrida por Miguel Hernández; documentos de
titularidad estatal, que se conservan en el Archivo Histórico Provincial
de Alicante, en el Archivo General de la Guerra Civil del Centro
Documental de la Memoria Histórica, en el Archivo General Militar del
Ministerio de Defensa y en el Archivo del Ministerio del Interior,
centro que ha prestado una copia digital de su expediente penitenciario
completo.
El Centro Documental de la Memoria Histórica y el Archivo General de
la Administración de Alcalá de Henares han aportado fotografías y otros
documentos de importancia como la ficha de ingreso en el Quinto
Regimiento de Milicias Populares o su ficha del Registro-índice de la
Población Reclusa, fichero que gestionaba primero el Servicio Nacional
de Prisiones de la Junta de Burgos y, posteriormente, la Dirección
General de Prisiones, fichas en las que anotaban todos los movimientos y
traslados carcelarios de los presos
Expediente policial portugués
También estará expuesto el expediente policial abierto en Portugal
tras su detención, cuyo contenido puede contemplarse por primera vez en
España gracias a la colaboración con el Gobierno luso. En este
expediente se recogen las huellas dactilares del poeta, así como los
oficios que documentan la detención y su posterior extradición a España.
La colaboración con el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau de
La Habana, dedicado al amigo del poeta fallecido en el frente de
Majadahonda, permitirá contemplar el documental ‘Con Josefina Manresa en
Orihuela’, viuda del poeta, así como la musicalización e interpretación
del poema ‘Elegía segunda’ por Silvio Rodríguez y de otros poemas de
Miguel Hernández interpretados por destacados miembros de la denominada
‘Nueva Trova Cubana’, materiales cedidos a la Secretaria de Estado de
Cultura.
También podrán verse en la exposición materiales propiedad de los
familiares del poeta y de otros propietarios privados entre los que
puede destacarse el retrato del poeta de Ricardo Fuente Alcocer,
catedrático de Dibujo del Instituto de Alicante y compañero suyo en la
prisión alicantina. Hijos y familiares de los presos han cedido
importantes documentos pertenecientes a sus archivos personales, entre
los que destacan originales de obras artísticas realizadas en el
Reformatorio de Adultos de Alicante.
La ocasión es oportuna para recordar uno de los poemas más emotivos y conocidos (gracias a la voz Joan Manuel Serrat) de Miguel Hernández, dedicado a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer en la que le decía que no comía más que pan y cebolla:
NANAS DE LA CEBOLLA
.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
DdA, XIV/3777
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