Gonzalo Montoya Jíménez, el preso que resucitó en el Instituto Anatómico Forense de Oviedo,
continúa ingresado en la UCI del HUCA. Los médicos le han explicado a
la familia que ha podido faltarle oxígeno en el cerebro pero el hecho de
que haya despertado, hable y tenga memoria parecen buenas señales. No
obstante, aún es pronto para saber las secuelas que podrían quedarle. El
ambiente que se podía respirar entre los familiares tras saber que
Montoya había despertado era de profundo alivio. Pero, no obstante, se
encuentran consternados.
Uno de los familiares cercanos ha hecho llegar a La Voz su indignación y la de toda la familia ante esta situación. El caso se pondrá en manos de abogados, pero todavía no hay nada concretado. Aunque la familia tiene clara su posición. «A Gonzalo le quedan siete meses en prisión, nuestra intención es pedirle al juez el indulto como recompensa por la negligencia»,
cuenta el pariente. La familia del preso asegura que es una persona muy
familiar. Padre de cinco hijos, solo puede disfrutar de ellos una vez
al mes mediante el «vis a vis», algo que le hace ponerse muy nervioso
dentro del centro penitenciario. Es por esto que la mejor recompensa
tanto para el como para su familia sería no regresar a la cárcel. Por el momento, se encuentran a la espera
de diagnóstico. También piden una respuesta respuesta a todo lo
ocurrido. Instituciones Penitenciarias está a la espera de un informe
del Anatómico Forense para ver qué pasos va a dar. Por su parte, el
Principado, responsable del Instituto de Medicina, ha adelantado que
realizará una investigación para saber cómo se desarrollaron los
hechos».
Instituciones Penitenciarias se ha quedado un
paso por dentrás. Se encuentra ahora «a la espera de la valoración
clínica del Anatómico Forense» para decidir si abre una investigación
sobre el caso del preso dado por muerto, aunque insiste en que «se ha
cumplido el protocolo correctamente».
DdA, XIV/3740
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