Como no podía ser de otro modo, la alcaldesa de Madrid ha mostrado su disgusto, en una entrevista que publicaba ayer eldiario.es, ante la serie de barbaridades xenófobas, racistas y contra su misma persona, difundidas en un un grupo de WhatsApp de la policía municipal de esa ciudad: "Te sientes avergonzada de que en tu ciudad -ha dicho Carmena-, una
ciudad como Madrid, que tiene que ser emblema de progresismo, acogedora e
internacional, se puedan escuchar esas expresiones que son tan
miserables". Esos policías municipales que ensalzaron la figura de Hitler serán investigados por delitos de odio y
amenazas, según decisión del juez de instrucción que lleva el caso
del chat policial en el que se amenazó de muerte a otro agente, miembro
de un sindicato, y a políticos y periodistas. Me ha llamado mucho la atención que el titular del juzgado de instrucción nº 42 no haya
concedido una orden de protección al denunciante de los mensajes. El
juez entiende que no se dan las condiciones para acordar esta medida
cautelar. A juicio de este modesto Lazarillo, y después de las amenazas vertidas contra el agente, que creo está de baja laboral, me parece una temeridad grave dejarle sin protección porque a ese agente toda la sociedad demócrata y cívica debería protegerle, además de quedarle muy agradecida.
DdA, XIV/3711
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