sábado, 4 de noviembre de 2017

¿TODOS A LA CÁRCEL?


Ana Cuevas

Cuando parecía que la cosa estaba un poco más tranquila en Catalunya con el anuncio de elecciones en diciembre, un nuevo giro de guión ha vuelto a poner el patio hecho unos zorros. El ingreso inmediato en prisión de la mitad del Govern no ha sido, evidentemente, una decisión estrictamente legal. El estado español no es partidario de ningún tipo de independencia, tampoco de la judicial. Y la encarcelación de Junqueras y los Consellers solo puede tener un propósito: avivar la indignación del pueblo catalán y satisfacer la sed de venganza que reclaman Ciudadanos y un gran número de españoles convenientemente envenenados.
Yo no digo que los responsables del Procés no tengan que rendir cuentas de las ilegalidades que pudieran haber cometido pero, ¿era necesario enchironarlos con tanta premura?. ¿Acaso se temía que destruyeran a martillazos los discos duros de sus ordenadores?
Porque, de haber querido eludir su responsabilidad, hubieran hecho un Puigdemont. Pero oye, estos se han quedado para dar la cara. Y lo menos que se puede esperar de un estado de derecho es un trato garantista que aplique el mismo rasero a todo quisque.
Lo digo por algunos delincuentes convictos, aunque nunca confesos, que pese a la gravedad de sus delitos cumplen condena en diferido desde Suiza o no entran nunca gracias a la laxitud y benevolencia de nuestra judicatura. Eso si robas a lo grande claro. Porque si tu falta es haber mangado un pantalón vaquero del Tajo Británico tienes más probabilidades de acabar con tus huesos en la trena.
No es de extrañar que desde el entorno de la UE empiecen a percibir un tufillo a represión (totalmente gratuita) que no encaja con los valores democráticos que presuntamente se sostienen. Ni tampoco puede sorprender que, animados por haber encarcelado a las bravas a sus políticos electos, el independentismo germine con mayor virulencia entre los catalanes. ¿Cómo no nos van a querer? ¿No saben aquello de que quién bien te quiere... te enchironará?
Lo mejor son los delitos que esgrime el, venerablemente reprobado, fiscal Maza que, él mismo reconoció en la SER, los decidió un poco al alimón. A ver qué pasa. Por esa regla del embudo justiciero y conociendo el talante progresista y moderado del sr. fiscal no podemos descartar que lo próximo sea pedir que se encarcele preventivamente a todos los catalanes. Luego, ya se verá y tal.
Agitar el avispero ha tenido como consecuencia que no se hablara de que se ha dado por probada la caja "B" del PP ni de la enésima reducción en educación y sanidad. Pan y circo. En nuestro caso: poco pan, educación y sanidad y demasiado circo nacionalista.
Se ha demostrado que, en este país (y en Catalunya también) el que la hace la paga. Aunque a veces de una forma un tanto retorcida. A lo mejor es el karma y Junqueras y los demás van a pagar por el caso Púnica, Gürtel, Lezo, Taula... ¡Por fin un poco de justicia!
Todo esto podría evitarse si Puigdemont y Junqueras tomaran una sabia decisión: Afiliarse al Partido Popular. Tengo entendido que la afiliación incluye un paquete completo de impunidad y una píldora para perder la memoria al ser interrogado en un juicio.
A Mariano le gustan los catalanes que hacen "coshas".  En su partido también se hacen muchas cosas pero ellos son profesionales en eso destruir pruebas y echar arena sobre sus trapicheos. Y si les pillan, no les hace falta pedir asilo en Osetia o en Bruselas. Saben que les protege como una capa de inmunidad. Ciudadanos ejemplares todos: Bárcenas, Rato, Camps,  Pujol, González... Fieles cumplidores de la ley. Sobre todo cuando todo su peso cae como una implacable maza sobre la cabeza de otro ( Lo de la "maza" va con retintín. Por si no quedaba claro) . 

DdA, XIV/3680

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