Ana Cuevas
Cuando
parecía que la cosa estaba un poco más tranquila en Catalunya con el
anuncio de elecciones en diciembre, un nuevo giro de guión ha vuelto a
poner el patio hecho unos zorros. El ingreso inmediato en prisión de la
mitad del Govern no ha sido, evidentemente, una decisión estrictamente
legal. El estado español no es partidario de ningún tipo de
independencia, tampoco de la judicial. Y la encarcelación de Junqueras y
los Consellers solo puede tener un propósito: avivar la indignación del
pueblo catalán y satisfacer la sed de venganza que reclaman Ciudadanos y
un gran número de españoles convenientemente envenenados.
Yo
no digo que los responsables del Procés no tengan que rendir cuentas de
las ilegalidades que pudieran haber cometido pero, ¿era necesario
enchironarlos con tanta premura?. ¿Acaso se temía que destruyeran a
martillazos los discos duros de sus ordenadores?
Porque, de
haber querido eludir su responsabilidad, hubieran hecho un Puigdemont.
Pero oye, estos se han quedado para dar la cara. Y lo menos que se puede
esperar de un estado de derecho es un trato garantista que aplique el
mismo rasero a todo quisque.
Lo digo por algunos delincuentes
convictos, aunque nunca confesos, que pese a la gravedad de sus delitos
cumplen condena en diferido desde Suiza o no entran nunca gracias a la
laxitud y benevolencia de nuestra judicatura. Eso si robas a lo grande
claro. Porque si tu falta es haber mangado un pantalón vaquero del Tajo
Británico tienes más probabilidades de acabar con tus huesos en la
trena.
No es de extrañar que desde el entorno de la UE
empiecen a percibir un tufillo a represión (totalmente gratuita) que no
encaja con los valores democráticos que presuntamente se sostienen. Ni
tampoco puede sorprender que, animados por haber encarcelado a las
bravas a sus políticos electos, el independentismo germine con mayor
virulencia entre los catalanes. ¿Cómo no nos van a querer? ¿No saben
aquello de que quién bien te quiere... te enchironará?
Lo
mejor son los delitos que esgrime el, venerablemente reprobado, fiscal
Maza que, él mismo reconoció en la SER, los decidió un poco al alimón. A
ver qué pasa. Por esa regla del embudo justiciero y conociendo el
talante progresista y moderado del sr. fiscal no podemos descartar que
lo próximo sea pedir que se encarcele preventivamente a todos los
catalanes. Luego, ya se verá y tal.
Agitar el avispero ha
tenido como consecuencia que no se hablara de que se ha dado por probada
la caja "B" del PP ni de la enésima reducción en educación y sanidad.
Pan y circo. En nuestro caso: poco pan, educación y sanidad y demasiado
circo nacionalista.
Se ha demostrado que, en este país (y en
Catalunya también) el que la hace la paga. Aunque a veces de una forma
un tanto retorcida. A lo mejor es el karma y Junqueras y los demás van a
pagar por el caso Púnica, Gürtel, Lezo, Taula... ¡Por fin un poco de
justicia!
Todo esto podría evitarse si Puigdemont y Junqueras
tomaran una sabia decisión: Afiliarse al Partido Popular. Tengo
entendido que la afiliación incluye un paquete completo de impunidad y
una píldora para perder la memoria al ser interrogado en un juicio.
A Mariano le gustan los catalanes que hacen "coshas".
En su partido también se hacen muchas cosas pero ellos son
profesionales en eso destruir pruebas y echar arena sobre sus
trapicheos. Y si les pillan, no les hace falta pedir asilo en Osetia o
en Bruselas. Saben que les protege como una capa de inmunidad.
Ciudadanos ejemplares todos: Bárcenas, Rato, Camps, Pujol, González...
Fieles cumplidores de la ley. Sobre todo cuando todo su peso cae como
una implacable maza sobre la cabeza de otro ( Lo de la "maza" va con
retintín. Por si no quedaba claro) .
DdA, XIV/3680
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