Félix Población
Como no podía ser de otro modo, el consejo profesional de TV3 ha rechazado en un comunicado dado a conocer a los medios de información que el Gobierno central pueda controlar los medios de comunicación públicos de la Generalitat en aplicación del artículo 155 de la Constitución por considerarlo "un ataque directo, indigno e impúdico a la libertad de expresión y de información".
La aplicación del artículo 155 supondrá que el Gobierno, o el órgano que designe para ello, podrá cesar o nombrar a los responsables de TV3 y Catalunya Ràdio para garantizar una información "veraz" y "respetuosa" con el pluralismo político, según el documento [.pdf] aprobado el pasado sábado por el Consejo de Ministros. En el aludido comunicado del consejo profesional se defiende que TV3 y Catalunya Ràdio "pertenecen a todos los catalanes"
y ha contribuido a "hacer revivir, vivir y crecer la lengua y la
cultura catalanas", siendo "elementos de integración", además de ser
"los medios más bien valorados por los ciudadanos de Cataluña".
Personalmente, para valorar de modo contratado las consistencia deontológica de las razones que alegan los profesionales de los citados medios públicos, me gustaría que el mencionado consejo de TV3 diera respuesta al artículo suscrito por el periodista Gregorio Morán el pasado mes de julio y que le valió su despido como columnista del diario La Vanguardia, en donde colaboraba, ojo, desde 1988. En Los medios del Movimiento Nacional, Morán sostenía que los medios en Cataluña están al servicio de la Generalitat, que es quien les paga, comparándolos con la prensa y radio del Movimiento Nacional en tiempos de la dictadura franquista.
Si esto fuera así -y para ello cuenta Morán con mi confianza como profesional probadamente independiente y crítico-, lo que pudiera ocurrir con TV3 y Catalunya Radio es que de medios al servicio de la Generalitat pasaran a ser medios al servicio del Gobierno de don Mariano, con sus consiguientes efectos en la crianza de más independentismo en aquel país, según quedó demostrado con la gestión gubernamental del PP. ¿Se imaginan lo que daría de sí el independentismo en Cataluña con una TV3 controlada del mismo modo que la radio y televisión pública estatales? ¡Y con unas elecciones autonómicas a seis meses vista!
Todas estas referencias al patriotismo y a pasados míticos, e inventados, de la nación española y catalana están bloqueando cualquier solución. Ya somos incapaces de discernir entre la propaganda y el conocimiento razonado".
ÚLTIMA ENCUESTA
PS. Hago mía estas reflexiones del historiador Julián Casanova, a quien leo y respeto, a propósito de la situación que se vive con el conflicto de Cataluña: "Estuve la semana pasada en varias ciudades de España. Nadie quiere ya
dialogar (ni escuchar). Me asusta. Sé que, tanto en Cataluña como en
el resto de España, los gobernantes -con todos sus apoyos de
legitimación y comunicación- van a explotar este momento extraordinario
para hacer la vida imposible a quienes no piensen como ellos y a sus
oponentes políticos. Si no hay diálogo, si ya nada vale la pena, si el
cinismo es lo que se instala, entonces nadie puede/podrá criticar al poder -sea éste político, económico o cultural.
Estamos en el vórtice del ciclón. Pero no puede haber un proyecto
democrático común sin apoyo a las instituciones y sin un plan muy claro
frente a la corrupción y la apropiación de lo público por las elites
-en Cataluña y en España- a las que Puigdemont y Rajoy representan.
Millones de personas les apoyaron, les jalearon en medio de una crisis
profunda y de recortes sociales, antes de que la confrontación se
centrara únicamente en la independecia. Todas estas referencias al patriotismo y a pasados míticos, e inventados, de la nación española y catalana están bloqueando cualquier solución. Ya somos incapaces de discernir entre la propaganda y el conocimiento razonado".
ÚLTIMA ENCUESTA
+@Un artículo de Anguita: La troika del 155
DdA, XIV/3668
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