Lazarillo
Recoge en su edición de hoy el diario La Nueva España una breve crónica del recital que dieron en el Teatro Campoamor de Oviedo, con el rastro todavía en la atmósfera de los alientos y sudores del selecto público asistente a los premios Princesa de Asturias, los cantautores Jerónimo Granda y Paco Ibáñez. No pudo faltar, por ello, una alusión introductoria al "evento real" en las palabras dirigidas por Granda a los espectadores por asistir al momento verdaderamente interesante, que es la segunda parte del partido. El cantautor asturiano insistió en las "referencias reales" al iniciar el recital con sendas canciones en torno a la dinastía borbónica y a la reina doña Letizia, natural de la capital de Asturias. Ibáñez se remontó a los clásicos de su memorable disco en la sala Olympia de París, para seguir con los poemas de Alberti, Neruda y Goytisolo. No faltaron algunas canciones en euskera, catalán y gallego, así como un colofón cantado a coro por el respetable asistente: A galopar. Los versos de Rafael Alberti pusieron fin a un recital sumamente emotivo y de masiva asistencia, que debería hacer reconsiderar al Ayuntamiento de Oviedo, ciudad natal de Ángel González, en lo bien que casarían la música y el verso en memoria y homenaje al más notable de sus poetas, según sugirió este modesto Lazarillo en su día a doña Ana Taboada.
DdA, XIV/3668
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