Lazarillo
Casi ochenta años después del final de la Guerra de España y transcurridos cuarenta desde la aprobación de la vigente Constitución democrática, el gobierno de Cantabria ha decidido recobrar la Memoria Histórica en colegios e institutos para que no siga siendo silencio la historia que la dictadura silenció y la democracia escamoteó a sucesivas generaciones de estudiantes. Los alumnos de Secundaria y Bachillerato de esa comunidad -leo-
tendrán como materia de estudio obligatoria una asignatura con los
contenidos de la futura Ley regional sobre la Memoria y la Enseñanza de la Guerra Civil Española y la Postguerra,
que entre otros objetivos se propone recuperar la dignidad de las
víctimas de la dictadura franquista y cerrar heridas con vistas al
futuro. Así lo recoge el anteproyecto de la norma que
diseña la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, al que ha tenido
acceso El Diario Montañés. Esta nueva materia se define como «el desarrollo
de contenidos que permitan a los alumnos, en atención a su desarrollo y
madurez personal e intelectual, adquirir una visión objetiva y
ponderada de las circunstancias históricas que desembocaron en la Guerra Civil y la ulterior represión en la postguerra». El documento, que fue encargado por el exconsejero Ramón Ruiz a la Universidad de Cantabria
y ya está en manos de las asociaciones memorialistas, proyecta también
la creación de una Comisión de la Memoria Histórica a nivel regional,
que se encargará del diseño de las actuaciones precisas para lograr la
localización, la recuperación y la identificación de las personas
desaparecidas, la coordinación de las operaciones de exhumación e
inhumación de sus restos, la formulación de las oportunas propuestas en
relación a símbolos, monumentos y menciones que supongan la exaltación o
enaltecimiento de los vencedores de la Guerra Civil al fin de que, en
su caso, se proceda a la retirada y sustitución.
DdA, XIV/3664
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