Nuestro español bosteza. / ¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?/ Doctor, ¿tendrá
el estómago vacío?/ —El vacío es más bien en la cabeza”. (Antonio
Machado).
En un informe encargado por el Ayuntamiento de Sabadell al historiador Josep Abad, miembro de entidades independentistas, recomienda retirar el nombre de Antonio Machado de la plaza que tiene en la ciudad por considerarlo "españolista y anticatalanista". El Diario
Félix Población
Como es sabido -aunque
puede que no lo suficiente-, Antonio Machado falleció en la localidad
francesa de Colliure el 22 de febrero de 1939, pocas fechas después de
haber cruzado la frontera con su madre y dos de sus hermanos. En esa
diáspora hacia el exilio lo acompañaron hasta cien mil conciudadanos
comprometidos en la lucha de la segunda República contra el fascismo. El
poeta perdió su maleta durante el trayecto -donde algunos dicen que
guardaba un manuscrito-, por lo que llegó a Colliure ligero de equipaje,
casi desnudo como los hijos de la mar, según escribiera en uno de sus
poemas.
Machado fue inhumado provisionalmente en un panteón, del que
era propietaria una tal María Deboher, amiga de la señora Quintana,
dueña del modesto hotel que sirvió de posada a don Antonio, su madre y
hermanos. Muchos años después, el Comité de Amigos de Antonio Machado en
Colliure decidió promover una suscripción a fin de construir una tumba
en la que fueran enterrados los restos de don Antonio y su madre. Fue
entonces cuando Pau Casals se ofreció para correr con todos los gastos,
algo que el presidente del comité, Josep Maria Corredor, desestimó por
preferir que la suscripción fuera popular.
En la misma colaboró Albert Camus, que consideraba a don
Antonio como un poète que j?admire par-dessus tout. Se consiguió la
cantidad de 38.000 francos antiguos y la ceremonia de inhumación tuvo
lugar el 16 de julio de 1958. Casals se sintió dispuesto a participar en
el acto con su violoncelo, pero por recomendación expresa de la familia
del poeta se quiso evitar cualquier manifestación pública masiva el día
de ese segundo entierro, algo que hubiera podido ocurrir con la
presencia y la interpretación del músico catalán.
Con motivo de la publicación el 12 de octubre de 1957 en Le
Figare Littéraire del artículo de Corredor Un grand poète attend son
tombeau, que sirvió para promover esa suscripción popular, el ministro
de Asuntos Exteriores de Franco, Fernando María Castiella, quiso
repatriar los restos de Antonio Machado a España, a petición de algunos
familares de don Antonio residentes en nuestro país. Pero tanto esa vez,
como la protagonizada por Fraga Iribarne años más tarde -en 1966-
siendo ministro de Información y Turismo de la dictadura, los
depositarios de lo dispuesto por José Machado hicieron valer el criterio
de éste, para quien ese traslado era una disposición contraria en el
actual estado de cosas a los sentimientos que impulsaron a Antonio
Machado y a Ana Ruiz a desterrarse.
Pocas semanas después de haber sido inhumados por segunda
vez el poeta y su madre, y luego también de que el ministro Castiella
tratara de trasladar a una España que el poeta había combatido con su
pluma y por la cual hubo de sufrir un doloroso y corto exilio que acabó
con su vida, Pau Casals fue a Colliure y en la soledad del cementerio
tocó su conmovedor y hermosísmo Cant dels ocells. Estoy convencido de
que pocos momentos de la historia de nuestra cultura habrán podido tener
tan intensa e íntima emoción como la vivida e interpretada por Casals y
su chelo al pie de la tumba de don Antonio y Ana Ruiz, tal como podemos
leer en el excelente libro de Jacques Issorel «Últimos días en
Colliure, 1939» (Ed. Renacimiento, 2016).
Diario del Aire, 30V2016
(Carta del jueves 2 de junio de 1932 a Pilar Valderrama, en pleno debate del Estatuto catalán en las Cortes)
(1) Se refiere a la proclamación de la República catalana por Francesc Macià el 14 de abril de 1931, sin atenerse a lo acordado en el pacto de San Sebastián.
Diario del Aire, 30V2016
ANTONIO MACHADO Y LA "CUESTIÓN CATALANA"
"Razón tienes, diosa mía, cuando me dices que la República ¡tan deseada! -yo confieso haberla deseado sinceramente- nos ha defraudado un poco. La cuestión catalana, sobre todo, es muy desagradable. En esto no me doy por sorprendido, porque el mismo día que supe el golpe de mano de los catalanes (1), lo dije: "los catalanes no nos han ayudado a traer la República, pero ellos serán los que se la lleven". Y en efecto, contra esta República, donde no faltan hombres de buena fe, milita Cataluña. Creo con don Miguel de Unamuno que el Estatuto es, en lo referente a Hacienda, un verdadero atraco, y en lo tocante a la enseñanza algo verdaderamente intolerable. Creo, sin embargo, que todavía cabe una reacción en favor de España, que no conceda a Cataluña sino lo justo: una moderada autonomía, y nada más."(Carta del jueves 2 de junio de 1932 a Pilar Valderrama, en pleno debate del Estatuto catalán en las Cortes)
(1) Se refiere a la proclamación de la República catalana por Francesc Macià el 14 de abril de 1931, sin atenerse a lo acordado en el pacto de San Sebastián.
DdA, XIV/3612
No hay comentarios:
Publicar un comentario