jueves, 13 de julio de 2017

EL PARTIDO POPULAR Y SU INDIGNIDAD PARA CON LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO



Félix Población

Es deleznable para una sociedad que tanto ha sufrido la violencia de ETA, que tanto ha padecido el terrorismo yihadista con los atentados  más cruentos en la historia de Europa -achacados falazmente a ETA por el gobierno de Aznar con intenciones electoralistas-, y que tantos muertos sin sepultura guarda en fosas y cunetas repartidos por todo el país sin que el Estado facilite su digno enterramiento como seres humanos, digo que es abominable y repugnante que un partido con responsabilidades de gobierno utilice a las víctimas del terrorismo de modo tan sectario como lo ha hecho el Partido Popular con su concejal Miguel Ángel Blanco con motivo del vigésimo aniversario de su asesinato por la citada organización. 

Esa misma y abusiva utilización como arma arrojadiza hizo ese mismo partido durante su airada oposición, a través de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, a lo largo de la primera legislatura de Rodrígueza Zapatero tras el 11-M, en disconfomidad con la política antiterrorista del gobierno socialista, la misma que finalmente acabaría con los crímenes de ETA y pondría punto final a todo un historial de extorsión y sangre. 

Si este país, al que llamamos España, no es capaz de unirse y tener un criterio común que condene la violencia sin distingos de cuantos la emplearon para aterrorizar a la ciudadanía, me pregunto si será porque mantiene en su entraña la semilla cainita que tan repetidamente sembró de odio cualquier emprendimiento democrático hacia la convivencia y el progreso durante los últimos doscientos años, con los reiterados estallidos de diversas guerras civiles. 

¿Es que todavía siguen siendo estas, como dijera don Antonio Machado hace cien años en uno de su más impresionantes poemas, tierras para el águila, un trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín? Si así fuera, será la muerte la que una y otra vez nos saldrá al encuentro en el camino de la historia, hasta que no aprendamos a respetar la vida y a todos aquellos que, como Miguel Ángel Blanco y Timoteo Mendieta, la perdieron frente a la barbarie.

Días antes de las elecciones del 14 de marzo de 2004, el gobierno del Partido Popular mintió a la ciudadanía sobre la autoría de la terrible matanza de los trenes de Atocha (casi 200 muertos), culpabilizando a ETA de la masacre yihadista. Hasta el propio presidente del gobierno cursó consignas a los directores de los periódicos con ese titular. En buena medida, el empleo electoralista de esa tragedia costó al PP la derrota en aquellos comicios. Es lo que toca en una democracia cuando con tanta indignidad se tratan de buscar votos a toda costa o se pretende camuflar la corrupción política en la está enlodado ese partido.

PS.- Pablo Iglesias, Miguel Ángel Blanco y el 'efecto Kuleshov' en un vídeo difundido por Europa Press del Pleno del Congreso celebrado ayer, titula ElDiario.  El efecto Kuleshov -aclara el periódico- es un fenómeno del montaje demostrado por el cineasta ruso Lev Kuleshov en los años veinte: mostró una secuencia en la que se intercalaba al actor Iván Mozzhujin con tomas de un plato de sopa, un ataúd y una niña jugando. La audiencia percibió que la expresión de Mozzhujin cambiaba en cada secuencia, y Kuleshov demostró que el montaje tiene una gran influencia en la comprensión de una escena. Ayer, tras el minuto de silencio en el Congreso, Europa Press dio continuidad a esa secuencia con otra en la que aparecen Pablo Iglesias e Irene Montero riéndose tras la respuesta que Rajoy dio nal primero acerca del gasto que la corrupción de su partido ocasiona. Estamos, con Juan Carlos Monedero, en que no puede ser que una agencia de prensa que tiene que brindar información a los medios haga manipulaciones tan burdas en un momento tan delicado. ¿Podemos riéndose de las víctimas? Esto no es un error porque lo han visto muchos profesionales antes de editarse. Alguien en Europa Press ha cogido imágenes de otro momento y las ha montado para que parezca una cosa diferente, pues ya se sabe que en determinados medios esas tareas manipuladoras dan puntos. Estas cosas hacen mucho daño a la democracia. Y hace cierta la queja de que tenemos los peores medios de comunicación de Europa.

DdA, XIV/3584

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