Una militante le coloca un botón charro o una rosa hecha de manualidades.
Félix Población
Ayer estuvo Pedro Sánchez en la localidad salmantina de Villamayor, próxima a la capital, y tuvo como en otras localidades del país una gran acogida por parte de la militancia de su partido. Insistió en su mensaje: recuperar un PSOE de izquierdas, coherente, creíble y unido. "No volveremos a ser ganadores si no nos creen", afirmó.
Para ese PSOE de izquierda apeló a los principios de la revolución francesa (libertad, igualdad, fraternidad), que traducidos al siglo en curso significan más feminismo, lucha contra la violencia machista, igualdad salarial para hombres y mujeres, blindar los derechos sociales e incorporar otros como la igualdad de género y el derecho a una muerte digna. También apostó por el ecologismo, el federalismo, la separación de poderes entre la iglesia católica y el Estado, y la necesidad de que el clero pague impuestos.
Por si esto no fuera bastante para creer que se podría estar escuchando a cualquier dirigente de Podemos, Sánchez hizo suyos los postulados del 15-M, el movimiento que surgió al término de la decepcionante segunda legislatura de Zapatero. Trajo a colación el derrocado secretario general del PSOE el caso del Partido Socialista holandés, reducido a formación irrelevante tras formar parte de una gran coalición con la derecha, y se refirio al del Partido Socialista de Portugal como modelo , que sí optó por un pacto de izquierda donde se gobierna para quien más lo necesita.
¿Es como para creer este discurso de Sánchez cuando fue el partido que él lideraba el que pactó con Ciudadanos en primera instancia, abortando así el acuerdo con la izquierda que luego -por intentarlo- le costó el cargo como secretario general? El programa que defiende Pedro Sánchez ahora es el de otro partido distinto al que el actual aparato del PSOE representa, con su comisión gestora al frente y Podemos como enemigo declarado.
Creo que si gana Sánchez las primarias, habrá ruptura porque esa victoria no la aceptarán los partidarios de Díaz. Si gana Díaz, habrá ruptura porque les ocurrirá lo mismo a los partidarios de Sánchez. En cuanto al tornadizo Patxi, será un aliado de la baronesa andalusí en cualquier caso. No hay costurero o costurera que cosa al PSOE porque el partido está roto ahora y lo estará más después.
DdA, XIV/3506
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