Félix Población
Quienes no están de acuerdo con el programa de Pablo
Iglesias en Podemos para Vistalegre 2, ya sean anticapitalistas o partidarios
de Íñigo Errejón y Tania Sánchez, son conscientes de que su partido no sería el que es sin el liderazgo
de quien buscó en su día 50.000 firmas para presentarse a unas elecciones
europeas y las logró sin esfuerzo, gracias sobre todo a su carisma mediático en los platós
de televisión y a un mensaje fielmente interpretativo de lo que supuso el 15M, cabal y lúcidamente expresado.
A lo largo de los últimos meses, Íñigo Errejón y quienes le secundan -después de
haber planteado sus diferencias con los criterios del secretario general sobre lo
que el partido debe ser a partir del 20 D-, no ha dejado de insistir en algo que es una flagrante
falacia, además de una incongruencia: la posibilidad de que
su victoria no suponga que Pablo Iglesias deje de ser secretario general, esto
es, líder de Podemos. Iglesias, sin embargo, ha venido repitiendo hasta la saciedad
que si su programa es derrotado en Vistalegre 2 la próxima semana, cederá el liderazgo a Íñigo, pues no puede
asumir una secretaría general ornamental de cartón piedra ajena al programa que defiende.
Dada la contumacia de Errejón en insistir sobre lo mismo y
a la vista del último episodio al respecto, ayer a la entrada del cine Palafox
de Madrid, escenificando la infantiloide pegada de un cartel con la leyenda
Vota equipo Íñigo/Vota Pablo Iglesias y ambos juntos en fraternal abrazo, tengo la sensación de
que el número de 2 de Podemos padece un síndrome repentino de inmadurez, ha
sido víctima de algún tipo de componenda conspirativa, pretende desbancar a Iglesias en diferido o cree a los militantes e inscritos en la organización capaces de
pasar por alto un mensaje con trampa.
Mal se va si se empieza haciendo trampa para que te elijan, pero lo más grave sería que con esa trampa Podemos dejara de tener como secretario general a
Pablo Iglesias, pues bien podría ser la pérdida de su liderazgo el inicio de la pérdida de cinco millones de votos en torno a la
personalidad política más carismática y que más ha revitalizado las expectativas de cambio en este país en los últimos
cuarenta años.
DdA, XIV/3459
2 comentarios:
Una marioneta más
Leed a Ana.
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