jueves, 16 de febrero de 2017

LOS MACHIRULOS Y LA LEY MORDAZA



Félix Población

Ayer tuvimos oportunidad de visionar dos rifirrafes en el Congreso. Los dos han tenido por protagonistas a sendos representantes del Partido Popular. El primero, de cuyo nombre no quiero acordarme  a la hora de escribir este artículo, pretendió atajar la respuesta que el ministro Montoro estaba dando al diputado de Unidos Podemos (UP), Antonio Gómez Reino, con respecto al nuevo cargo del exdirector de la Guardia Civil Fernández de Mesa como consejero de Red Eléctrica. 

Se había referido el diputado de la formación morada a la ley de omertá que supone, por parte del presidente del Gobierno en su calidad de amigo, premiar al responsable del tiroteo de Tarajal con su actual desempeño mediante el siempre censurable procedimiento de las puertas giratorias, ese por el cual algunos expolíticos medran en las empresas de energía a costa de las políticas aplicadas para que esas empresas a su vez se forren, mientras todo un sector de la población permenece sumido en la pobreza energética.
  
El ministro Montoro pidió respeto para quien tiene en su currículum las muertes de algunos inmigrantes subsaharianos en la playa ceutí, con su jefe el exministro de Interior como máximo responsable, pero al diputado de la bancada conservadora no le debió parecer suficiente esa contestación y amenazó al secretario general de Podemos con la pelea física ("quieres que vaya o qué"). Actitud tan chulesca y propia de matón de feria no debería caber en quien se llama parlamentario y al que, como consecuencia de tan aventado comportamiento, la diputada Irene Montero calificó de machirulo, término desconocido al parecer para la señora Celia Villalobos. Esta expresión no aparece en el diccionario de la RAE, pero podría tratarse de un acrónimo a partir de los términos macho y chulo que creo se adaptan a la censurable actitud del sujeto.

El otro rifirrafe lo protagonizó la propia Villalobos durante la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, que cortó la intervención del líder de Podemos cuando este pretendía indagar en la salida a bolsa de Bankia y quiso preguntarle sobre el particular al gobernador del Banco de España.  Doña Celia no se lo permitió a Pablo Iglesias, alegando que no iba a autorizar "ninguna pregunta en relación a este caso, ya que esta comisión estaba dedicada a las pensiones". Al término de la comisión, Villalobos reprendió a Iglesias por su comportamiento, afirmando que la aplicación del reglamento no está "para lucirse". Iglesias, en claro desacuerdo con la presidenta, reclamó flexibilidad en esa aplicación. "Chico, esto es lo que hay", contestó Villalobos.

El doble incidente se salda pues con una apelación a la fuerza bruta a cargo de un diputado del partido conservador y una "censura reglamentaria" aplicada por doña Celia Villalobos. Dicho queda por si alguien se pregunta por qué fue el gobierno del Partido Popular el responsable de la Ley Mordaza, que ahí sigue.


DdA, XIV/3469

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