He aquí una de las portadas de las que más se debería avergozar el centenario diario monárquico ABC a lo largo de su historia. Por desgracia, no es la única en los últimos tiempos.
Ana Cuevas
Ser
un bocachancla no parece a priori algo constitutivo de delito. Sin
embargo, en Españistán , puedes pisar antes la cárcel por ser un patán
sin puñetera gracia que por saquear las arcas del dinero publico. No
seria de extrañar que, de aquí a poco, se creara una brigada especial
contra el humor descarriado. Imagínense la escena, por ejemplo en el
convite de una boda, cuando el cuñado de turno cocido hasta las cejas
despliega su repertorio de chistes infumables. Una denuncia anónima y el
cuerpo anti-gañanes irrumpiría en el acto llevándose, convenientemente
amordazado, al interfecto.
Ya
se que para algunos pueda parecer tentador. Pero criminalizar el mal
gusto puede ser peligroso. Sobre todo cuando los criterios para
determinar donde colocar la raya que delimita la gracieja chunga de lo
punible la establecen personas a quienes extirparon el sentido del humor
en el paritorio. Gente como la que ha condenado a un año de prisión al
cantante de Def con Dos por unos chascarrillos deplorables
que colgó en la red. Estos sesudos señores han inventado un nuevo
delito. Mientras banqueros, políticos corruptos y otros facinerosos
varios, como las compañías energéticas, nos roban impunemente sin
palancas y de día, se abre la veda para perseguir las chorradas que
pululan en internet.
Según
la sentencia que condena al cantante la justicia debe hacer una
interpretación literal de las desafortunadas palabras obviando el
contexto y el sentido figurado en el que han sido lanzadas. Vale. Según
esto, cuando mi abuelita me animaba de niña a recoger mi cuarto con
expresiones tan pintorescas como: "O limpias o te arranco la cabeza",
estaríamos hablando de una amenaza de muerte. De nada serviría que mi
adorable yaya hubiera argumentado que hablaba en un sentido figurado y
que no pensaba, obviamente, desmembrarme. La hipérbole irónica
cortocircuita en las neuronas de estos legisladores.
Pero
eso si. Cuando la boutade sale de determinadas filas no se actúa con la
misma diligencia. ¿Qué pasa con ese Jiménez Losantos que dedicaba
balas a los podemitas? ¿Acaso hablaba en un sentido figurado cuando
añoraba resembrar las cunetas con sus huesos?
España
es un país de mucha risa. Solo hay que tener cuidado a la hora de
elegir de quien te ríes. Si lo haces de un tío que voló por los aires
hace mas de cuatro décadas estás pisando mierda. Y eso que yo recuerdo
que ya corrían chistes sobre su ascensión a los cielos desde el minuto
uno del bombazo. Hasta la propia nieta de Carrero Blanco, con muy buen
juicio, le quita sustancia al asunto explicando que la gañanería y la
falta de tacto no debe ser considerada delito. Igual que Irene Villa
que demuestra su superioridad moral ninguneando a quienes han construido
macabras bromas a costa de su persona.
Pero
humoristas letales no nos faltan. Y créanlo, algunos tienen un
contexto muy concreto y no hablan sentido figurado. Como los de la Fundación Francisco Franco que
son unos cachondos. Ya solo su existencia tiene guasa pero que además
estén subvencionada con dineros públicos es el despiporre.
¿Y
qué decir de ese alegato que han pergeñado para explicar que Franco era
la antítesis de Hitler? ¡Te partes la caja oye! Es un monólogo tan
diver que los muertos que siguen tirados por su divina gracia en miles
de fosas inmundas se rompen los huesos de las descarnadas mandíbulas del jartón de reír.
Aquí somos
especialistas en bromas macabras. Pero hay víctimas y víctimas. Y
payasos homicidas que expanden su humor gore allende las redes. ¿Qué
viene una ola de frío polar? Se sube el precio de la energía hasta el
infinito y mas allá. Verás que risas se echan los pobres desgraciados
que no puedan pagar el recibo. Y si no les hace gracia que se vayan del
pueblo, como diría Gila. Que en esta tierra sobran los que no saben
aguantar sus cabronadas.
DdA, XIV/3445
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