Entre las muchas ignominias que podrían nutrir un enjundioso resumen de los dislates deontológicos practicados a lo largo del año en curso por la prensa convencional en España -una de las menos fiables del mundo para los lectores según concienzudos estudios de prestigiosas universidades-, la última le corresponde a un periódico que en un tiempo -siendo conservador- tenía decencia, pero que en los últimos años la ha ido perdiendo hasta convertir su celebérrima tercera página en un estercolero. Nos referimos en este caso a ABC y a uno de los colaboradores de ese diario, el airado Tertsch, que achacó en un artículo reciente ciertas medidas nazi-comunistas al Ayuntamiento o a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, desconociendo que la responsabilidad de las mismas no le correspondía al rojerío municipal sino a Cristina Cifuentes, la muy facunda y rubia dama del Partido Popular y presidenta del gobierno autonómico regional. ¿Qué hace el periódico entonces para no enojar al gobierno conservador y afín de doña Cristina? Lo hace desaparecer sin más. Gracias a la caché de google [actualización
18:48h, ya se lo han cargado hasta de la caché] se puedo comprobar que el artículo o similar estuvo ahí, tal como mostramos con la firma de su autor, como fehaciente muestra de la servil colaboración del mentado con el departamento de prensa y propagada del partido gubernamental. Se lo habrán pagado igualmente, porque esos servicios se suelen pagar bien.
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