Félix Población
Para los
jóvenes periodistas de mediados de los setenta, aprendices de redacción
entonces, Luis María Anson siempre fue Ansón -el arrobado por los senos de las jóvenes colegas-, pero un buen día dejó de serlo,
se le voló la tilde y asistimos primero a su defenestración como director de
ABC –su casa de toda la vida-, la reconducción de su despecho mediante la
fundación y dirección de La Razón, a modo de hermano siamés del viejo rotativo
monárquico, y su nuevo desalojo después para pasar a fundar El
Imparcial digital, una cabecera de indudable prestigio en la historia del periodismo
español.
En El
Imparcial no deja de firmar cada día su columna diaria Al
aire y, como no le basta, alterna la misma con otras colaboraciones en el
diario El Mundo. Es por lo tanto
Anson uno de esos periodistas que morirá con la tecla en ristre, defendiendo
hasta el último de sus puntos finales la monarquía borbónica reinstaurada -aunque él era de don Juan- y el
régimen en la que se asienta desde 1978, heredero del anterior en la figura del
Jefe del Estado.
Desconozco
cómo va de salud su nuevo periódico, pero no ha de ser muy buena cuando el
provecto periodista ha preferido estampar su artículo de amenazas contra Pablo
Iglesias en El Mundo antes que en El
Imparcial, temeroso quizá de que su repercusión fuera mucho menor de la que
ha tenido. Ya es archiconocido el modo con que el académico de la RAE acaba el
texto, en ostensible sintonía con el régimen antecesor al vigente: “Me aseguran
que el CNI dispone de un arsenal de irregularidades y vergüenzas del líder
podemita", revela Anson. "Sería mejor no tener que exhibirlas y
que Pablo Iglesias, con la Cruz de Borgoña a cuestas, se mese la coleta,
embride su ego desbocado y se integre en el sistema que gobierna a los países
todos de la Europa Unida", concluye.
Dado que las funciones del CNI, según su propia página web, consisten en proporcionar
información, estudios y análisis al Gobierno y a su presidente que permitan
prevenir y evitar peligros, amenazas o agresiones contra la independencia y la
integridad de España, con dos principales zonas operativas en el norte de
África y América Latina, ¿da a entender Anson que el líder del partido político
que representa a más de cinco millones de ciudadanos hartos de corrupciones e
ineptitudes, es o puede ser una amenaza para el Estado, únicamente en caso de que
no embride su ego desbocado y se integre en el sistema que gobierna a los
países todos de la Europa Unida?
¿No le da vergüenza al provecto periodista propalar un argumento de tanta simpleza amenazadora como rancio estigma totalitario?¿Díganme qué sistema es el que defiende el ilustre académico en el que Podemos se integre en la Europa de la Troika, mientras el PSOE -tal como señala hoy Yanis Varoufakis- demuestra tal ansia por repetir el truco de desparición del PSOK griego? ¿Tiene algo que ver ese sistema con unos servicios de inteligencia que lo favorezcan y erradiquen toda disidencia con el mismo?
DdA, XIII/3375
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