Julián Aceitero Gómez
Un artículo publicado en Diario del Aire el pasado día 8 plantea la
hipótesis de que el poder verdadero, es decir, don Dinero (1), instigó el
enfrentamiento entre dirigentes oficialistas y críticos del PSOE, en el que quien
encabezaba a los primeros, su Secretario General, dimitió (2); y se resume concatenando
las siguientes certezas y suposiciones que don Dinero protagoniza:
Maneja encuestas rigurosas sobre unas
eventuales terceras elecciones que no prevendrían que el PP obtuviera, solo o
junto a C’s, mayoría absoluta de diputados en el Congreso para que pudiera seguir
gobernando.
Pretende, pues, trasvasar votos de su otra
casta electoral, la del PSOE, hacia el PP, para lo que habría instigado un
enfrentamiento entre los entonces dirigentes oficialistas y críticos del PSOE,
cuyas conocidas ambiciones personales y mediocridad hacían previsible la bajeza del mismo.
Permitió que sus medios de comunicación de
masas retransmitieran “en vivo y en directo” aquel patético enfrentamiento para
que la casta electoral del PSOE quedara estupefacta, pretendiendo así que una
parte de quienes la conforman opten en unas eventuales terceras elecciones por
votar al PP o abstenerse.
Cuando maneje las encuestas en las que la
efectividad de su pretensión esté reflejada, entonces: si la previeran, las
terceras elecciones se celebrarían y si la descartaran, no se celebrarían.
Dada, pues, la irrelevancia de dicho partido en la resolución de la disyuntiva
recién expuesta, se comprende que en dicha hipótesis no mencione a la Gestora
nombrada a raíz de la dimisión de su Secretario General ni a su militancia.
Por el contrario, los medios de comunicación
de masas divulgan las opiniones de los miembros de la Gestora del PSOE acerca
de la conveniencia de permitir que el PP siga gobernando mediante la abstención
de sus actuales diputados para, inmediatamente después, convertirse en su
oposición parlamentaria. Y argumentan tal conveniencia afirmando que no
permitir que el PP siga así gobernando conllevaría la celebración de las
terceras elecciones, que permitirían al PP no solo seguir gobernando, sino
hacerlo con mayoría absoluta, es decir, sin oposición parlamentaria efectiva.
Sin embargo, las terceras elecciones se
celebrarán si las encuestas que don Dinero maneje previeran la efectividad de
su pretensión al instigar aquel enfrentamiento entre los dirigentes del PSOE,
es decir, que el PP, solo o junto a C’s, alcanzara la mayoría absoluta para
gobernar. Porque así, don Dinero conseguiría: 1º Que el PP prosiguiera aplicando
medidas económicas que satisfagan el insaciable deseo de enriquecimiento de
quienes ostentan el poder que el dinero da, sin tener que acordar con el PSOE contrapartidas
que mitiguen los daños a la mayoría social que aquellas medidas causen.
Y 2º. Que el PSOE no quedara estigmatizado
por permitir con su abstención el gobierno del PP ni sufriera el desgaste de lo
que ello conlleva: que con sus votos se aprueben las leyes imprescindibles para
que las medidas económicas del gobierno del PP sean efectivas. Así, aunque el
PSOE obtuviera menos diputados que “Unidos Podemos”, don Dinero dispondría que
sus medios de comunicación de masas dedicaran infinidad de publirreportajes a
aquel y de libelos a éste, para que el primero siguiera siéndole útil como la
versión “izquierdista” de su bipartito.
Los medios de comunicación de masas han
divulgado que aquel enfrentamiento se debió a que los entonces dirigentes
oficialistas del PSOE, encabezados por su Secretario General, habrían optado no
solo por impedir que el PP continuara gobernando, sino también por plantear un
gobierno alternativo al del PP. Pero aquellos dirigentes oficialistas del PSOE habrían
planteado una quimera de gobierno progresista para que Unidos Podemos la
descartara, lo que habrían usado como pretexto para achacar a este partido su
desinterés en que hubiera un gobierno alternativo al del PP. Y así, el PSOE
responsabilizaría a Unidos Podemos de que se tuvieran que celebrar nuevas elecciones,
lo que los medios de comunicación de masas repetirían machaconamente, conforme
al principio de orquestación de la propaganda nazi, vulgarizado en la frase “Si
una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad” (3).
Aunque tal opción fue derrotada en el último
congreso federal del PSOE por sus entonces dirigentes “críticos”, parece contar
con la estima de sus militantes, hasta tal punto que pretenden que se celebre
un congreso extraordinario para revitalizarla. El análisis de la viabilidad de
tal pretensión obliga a indagar en dichos militantes, que se consideran
“izquierdistas” por su afiliación a dicho partido, que a su vez también así se
considera por contraposición al PP, que es un partido de derechas genuino. En
consecuencia, después de que la Gestora del PSOE haya preconizado la abstención
de sus actuales diputados para permitir que siga gobernando el PP, el partido
de “derechas”, la militancia de aquel ha perdido su identidad “izquierdista”.
Y si las encuestas que don Dinero maneje
descartaran el logro de su pretensión en unas eventuales terceras elecciones,
es decir, si no se prevé que el número de personas inmorales que voten al PP sea
suficiente para que éste alcance la mayoría absoluta, solo o junto a C’s, la militancia
del PSOE contemplaría que sus actuales diputados no solo se abstengan para
permitir que el PP forme gobierno, sino que también voten a favor de la
aprobación las leyes que posibiliten las medidas económicas que dicho gobierno
plantee. Y si el PSOE llegara a protagonizar lo anterior, cuestionaría su contraposición
al PP, en base a la que se considera “izquierdista”. Entonces, ¿cómo se definiría
la militancia de PSOE?
Es improbable que la recogida de firmas entre
los militantes del PSOE, en la que se afana el Alcalde de Jun, José A. Rodríguez
Salas (3), alcance el número imprescindible para que pueda exigir un congreso
extraordinario que nuevamente contraponga dicho partido al PP, porque una parte
de la misma ya compartiría lo que los actuales dirigentes preconizan, es decir,
que sus actuales diputados se abstengan en la sesión de investidura del
candidato del PP para permitir que éste siga gobernando.
No obstante, si don Dinero tuviera la
pretensión de que el PSOE siguiera siendo la versión “izquierdista” de su
bipartito, sería posible alcanzarla si aquel congreso se celebra y aúpa a unos
dirigentes comprometidos con que su partido pueda volver a ser considerado como izquierdista por su
contraposición al PP. Para ello, dichos dirigentes indicarían al grupo
parlamentario actual del PSOE que impidiera la continuidad del gobierno del PP,
lo que algunos integrantes de dicho grupo, obviamente, no cumplirían, por lo
que serían expulsados del mismo. Así, aquellos dirigentes del PSOE enarbolarían
la contraposición de éste al PP, lo que permitiría considerarlo como “izquierdista”
y, en consecuencia, sus militantes recuperarían tal identidad.
Pero si don Dinero no posibilitara lo recién
expuesto, entonces su militancia no podría definirse como izquierdista, porque
estaría afiliada a un partido que ya ni siquiera podría aparentar serlo.
NOTAS
(1) Este don no es un tratamiento
de respeto al dinero no solo porque convierte a quienes lo poseen y, en
consecuencia, ostentan el poder en mala gente que apesta a la humanidad, sino
también porque es un instrumento de esa maldición o entramado criminal que es
la propiedad privada.
(2) “Don Dinero instigó el
enfrentamiento en la sede del PSOE”. Disponible en el vínculo http://www.diariodelaire.com/ (Publicado el 8 de octubre de 2016 -3º
artículo-).
(3) http://culturizando.com/los-11-principios-de-la-propaganda-nazi/
DdA, XIII/3360
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