Emilio Silva
La
manifestación que aparece en esta fotografía formaba parte de la campaña
electoral de febrero de 1936. El niño que sujeta la pancarta tenía en
ese momento nueve años y era hijo de un militante de Izquierda
Republicana obsesionado con las políticas educativas de los gobiernos de
la Segunda República. Ocho meses después de ser tomada esa fotografía
el cuerpo del padre yacía en una cuneta junto a los de otros trece
civiles y ese niño dejaba la escuela con la que había soñado su padre para ponerse a trabajar, con diez años, siendo cabeza de familia de cinco hermanos menores.
El estado natural de la rancia derecha española es el de "Los Santos
Inocentes". Los conservadores nacional católicos parapetan los caminos
por los que nuestra sociedad puede llegar más lejos avanzando hacia el
progreso. Y el potencial de cambio social de la educación, de la
instrucción pública, es enorme. Por eso una huelga de la enseñanza y una
defensa de sus recursos públicos son extremadamente importantes, porque
la calidad de nuestro futuro es completamente proporcional a la del
presente de nuestra enseñanza pública. "Yo también quiero un grupo
escolar: ¡VIVA AZAÑA!
DdA, XIII/3371
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