Félix Población
Ya se ha descubierto la verdadera fuente de financiación de Podemos,
tuitea hoy con aguzada ironía mi apreciado Felipe Alcaraz. La Audiencia
de Madrid le ha dicho al director de Periodista Digital
que no existe el derecho al insulto, por lo que Alfonso Rojo deberá
pagar la cantidad de 20.000 euros al secretario general de Podemos,
Pablo Iglesias, como consecuencia de los calificativos que el periodista
le dirigió en el programa La Sexta Noche.
Ocurrió en el año 2014, cuando afloró Podemos. Es insultante para la
profesión, y denota un grado de degeneración que equipara al viejo
periodismo con el carrusel político de corrupciones, que quien no supo
criticar a Iglesias con más inteligente y decente terminología que la de
chorizo, gilipollas, mangante y sinvergüenza siga ejerciendo su
profesión como tertuliano en TVE sin la más mínima intención de
sentirse arrepentido, antes al contrario. La condena impuesta por la
Audiencia Provincial de Madrid, ratificada el pasado 1 de septiembre,
obliga al director de Periodista Digital a publicar el fallo en
este medio. Rojo cometió una intromisión ilegítima en el honor de Pablo
Iglesias al utilizar expresiones vejatorias sin pruebas, de tal manera
que sobrepasó el derecho a la libertad de expresión en el que el
periodista pretendió ampararse. Se le hará muy difícil de digerir este
mal trago a don Alfonso, porque aparte de silenciar el choriceo
mayúsculo del partido en el Gobierno al que se debe, su inadmisible
intemperencia crítica le ha costado colaborar en el crowfunding de
Podemos con una buena suma. Él, que creía que todo esto era cosa de
Maduro.
DdA, XIII/3341
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