miércoles, 13 de julio de 2016

EMMA COHEN: EL ALMA DE TUS OJOS, LA EMOCIÓN DE TU VOZ


Lazarillo

No lo sé con seguridad, pero puede que uno de los últimos actos públicos en los que intervino la excelente actriz Emma Cohen, recientemente fallecida en Madrid a los 69 años de edad, fue en la fiesta del Partido Comunista de España de 2010 con motivo del centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández, que perdió la vida en la prisión de Alicante en 1942, culminando con su muerte en las cárceles franquistas uno de los más graves entre los muchos y graves delitos de aquel régimen: el asesinato de Federico Gracía Lorca, el exilio y fallecimiento de Antonio Machado en Colliure a los pocos días de cruzar la frontera un frío invierno de 1939 y la muerte de Miguel Hernández entre las rejas del penal alicantino, después de escribir sus inolvidables Nanas de la cebolla, dedicada a su hijo. En esta ocasión, Emma Cohen elige un excelente poema de Marcos Ana (Fernando Macarro Castillo, Alconada, Salamanca, 1920), el preso que más años estuvo en las cárceles de la dictadura (hasta 1962), poeta como García Lorca, Antonio Machado y Miguel Hernández. Estos versos los dedicó Marcos Ana en su día a la gran escritora María Teresa León, pero bien podría estar pensando su autor en los últimos años de vida del poeta de Orihuela. Nada mejor que escuchar la magnífica recitación de Cohen para llorar su ausencia. Adiós, querida Emma, el alma de tus ojos, tu inteligencia artística y la tierna emoción de tu voz quedan con nosotros. "Era una iluminación -escribe hoy Juan Cruz en el diario El País (La vida excepcional de Emma Cohen)-, sus ojos fueron la iluminación de una época. Bastaba mirarlos para saber que ahí dentro se estaba edificando una metáfora nueva, otra aventura. Su inteligencia habitaba también en esos ojos, en sus miradas y en sus silencios, más que en las palabras mismas. El hombre tan inteligente al que dedicó su vida [el actor y escritor Fernando Fernán Gómez] era un socrático mayéutico que te interrogaba tan solo para demostrar que las cosas tenían un envés; y ella siguió en esa escuela hasta el final":

Mi vida,
os la puedo contar en dos palabras:
Un patio
y un trocito de cielo por donde a veces pasan
una nube perdida
y algún pájaro huyendo de sus alas.
 
MI CORAZÓN ES PATIO

A María Teresa León
La tierra no es redonda:
es un patio cuadrado
donde los hombres giran
bajo un cielo de estaño.
Soñé que el mundo era
un redondo espectáculo
envuelto por el cielo,
con ciudades y campos
en paz, con trigo y besos,
con ríos, montes y anchos
mares donde navegan
corazones y barcos.
Pero el mundo es un patio
Un patio donde giran
los hombres sin espacio.
A veces, cuando subo
a mi ventana, palpo
con mis ojos la vida
de luz que voy soñando.
y entonces, digo: “El mundo
es algo más que el patio
y estas losas terribles
donde me voy gastando”.
Y oigo colinas libres,
voces entre los álamos,
la charla azul del río
que ciñe mi cadalso.
“Es la vida”, me dicen
los aromas, el canto
rojo de los jilgueros,
la música en el vaso
blanco y azul del día,
la risa de un muchacho...
Pero es soñar despierto.
Mi reja es el costado
de un sueño que da al campo.
Amanezco, y ya todo
-fuera del sueño- es patio:
un patio donde giran
los hombres sin espacio.
¡Hace ya tantos siglos
que nací emparedado,
que me olvidé del mundo,
de cómo canta el árbol,
de la pasión que enciende
el amor en los labios,
de si hay puertas sin llaves
y otras manos sin clavos!
Yo ya creo que todo
-fuera del sueño- es patio
Un patio bajo un cielo
de fosa, desgarrado,
que acuchillan y acotan
muros y pararrayos.
Ya ni el sueño me lleva
hacia mis libres años.
Ya todo, todo, todo,
-hasta en el sueño- es patio.
Un patio donde gira
mi corazón, clavado;
mi corazón, desnudo;
mi corazón, clamando;
mi corazón que tiene
la forma gris de un patio.
Un patio donde giran
los hombres sin descanso.


+@Léase: "Emma Cohen no es la cola de ningún cometa", por Felipe Alcaraz.

DdA, XIII/3319

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