A
falta de responsabilidad, que no existe en la política pero sí en la
sociedad, sería bueno que al menos hubiera algo más pequeño y
rudimentario: que el líder de un partido imputado no pudiera ser
presidente del Gobierno.
Guillem Martínez
El PP ha sido imputado. Por un tubo. Y aquí, lo usual sería hacer articulete tipo soneto miré-los-muros-de-la-patria-mía, indignarse, realizar tremenda caída de anillos y pedir dimisiones. Un itinerario de artículo bienqueda que no sirve para nada, salvo para crear la sensación de que existe una ética vigilante, que no deja pasar ni una. Pero no existe. Y esto es un coladero. Si les parece, damos por hecho el artículo ése y vamos al turrón.
El PP ha sido imputado. Por un tubo. Y aquí, lo usual sería hacer articulete tipo soneto miré-los-muros-de-la-patria-mía, indignarse, realizar tremenda caída de anillos y pedir dimisiones. Un itinerario de artículo bienqueda que no sirve para nada, salvo para crear la sensación de que existe una ética vigilante, que no deja pasar ni una. Pero no existe. Y esto es un coladero. Si les parece, damos por hecho el artículo ése y vamos al turrón.
El turrón: esto es una crisis de Régimen. Del pacto escrito
del 78 no queda nada, salvo, glups, el pacto no escrito, que la crisis
económica ha ayudado a visualizar. Es la monda. Por ejemplo, se ha
podido observar que el concepto de responsabilidad no existe. Cuando
existía, era ya una juerga. Sólo existía la responsabilidad penal, no la
política. Vamos, sólo eras responsable político de algo cuando te
pillaban. Bueno, pues bien, ni siquiera esa responsabilidad cachonda
existe en posdemocracia. Aquella responsabilidad laxa, incluso, se ha
reducido. Es decir, se ha individualizado. Jordi Pujol, por ejemplo,
está imputado por "pertenencia a organización criminal". La
"organización criminal" no es, por cierto, CDC, sino su familia. CDC no
es, por tanto, ni criminal ni responsable de un saqueo continuado que
sólo hubiera sido posible a través de CDC. El caso ERE implica al staff
del PSOE en Andalucía, pero no al PSOE, herramienta básica para que
hubiera un caso ERE. Sí, puede parecer histórico que el PP, como persona
jurídica, esté imputado desde hoy por destrucción de pruebas --la
figura que se esconde detrás de la filigrana "daños informáticos y
encubrimiento"--. Lo es. Pero por pacto no escrito, sólo habrá
responsabilidad política sobre los encausados. La única "organización
criminal" que respalde la acción de los imputados será su familia,
supongo.
Es preciso que exista la responsabilidad política, esa cosa
que no puede existir, en tanto precisa de una cultura cívica,
democrática y política que no existe. No existe en la política, quiero
decir. En la sociedad ya existe. Políticos que aparecen en los medios
como no responsables desde 2011 no pueden cenar, tomar una copa, pasear
por la calle, porque en la calle existe --nadie la esperaba, pero
existe-- el concepto de responsabilidad política.
Es preciso que exista la responsabilidad política. Si
existiera, existiría la posibilidad de otorgar el título de
"organización criminal" a un partido que practique una acción delictiva
organizada y continuada para obtener beneficio. Si existiera tendríamos
otros políticos. Y, con eso, otras leyes. Y otra prensa que, por
ejemplo, utilizara conceptos como "organización criminal". Pero no
existe. Ante la ausencia de responsabilidad, ese concepto básico, sería
bueno que, al menos, existiera en la política algo más pequeño,
rudimentario e inofensivo. La posibilidad de que el líder de un partido
imputado, porque se ha comido el papel que buscaba la poli, no pudiera
ser presidente del Gobierno. Que el resto de partidos le tratara como el
responsable de un partido imputado. Que en su propio partido se le
tratara como el responsable de un partido imputado.
Ya que no existe la responsabilidad, quedaría bien un poco de bochorno.
CTXT DdA, XIII/3327
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