martes, 23 de febrero de 2016

LAS CONVERSACIONES DEL SALÓN ROJO Y EL MENSAJE DE VAROUFAKIS


Félix Población

No sabemos qué saldrá de las conversaciones en el salón rojo del Congreso, pero sí que sus partícipes deberían tener muy en cuenta el mensaje de Vaorufakis este pasado fin de semana en Madrid, con motivo de la presentación de su movimiento DiEM 25. La situación que se vive en el viejo continente puede llegar a convertirse en una versión postmoderna de lo ocurrido en los años treinta con el surgimiento de los partidos fascistas, manifestó el exministro griego de Economía y Finanzas. Como en España sabemos mucho de eso, dos manifestaciones nacional-católicas tuvieron lugar en la capital reino y en Barcelona ese mismo fin de semana, conducidas por el odio que les inspira a los convocantes las figuras de las respectivas alcaldesas de ambas ciudades.

También en Alemania tienen la historia curtida en idearios afines, así que desde allí no nos dejan de llegar noticias como la del festejo por parte del vecindario  de una pequeña localidad del incendio provocado de un hotel que iba a ser habilitado para que residieran refugiados. En los últimos tiempos este tipo de episodios es cada vez más frecuente y casi todos quedan impunes, a juzgar por las informaciones procedentes de aquel país. 

El referéndum a celebrar en Gran Bretaña dentro de unos meses, para decidir si ese país sigue o no en la Unión Europea, evidencia según Varoufakis los síntomas de grave enfermedad que afectan a la UE, incapaz de jugar un papel determinante para que cesen las guerras que provocan las oleadas de refugiados que llaman sus puertas. Pareciera que tales conflictos estuvieran provocados para el resurgir de la ideología más abominable y que más tragedia provocó en el viejo continente a lo largo de su dilatada historia. Europa está enferma y la una única medicina es una receta de nombre griego, tal como escuché a Pablo Echenique: δημοκρατία. Procede del país que estuvo a punto de aplicarla contra la dictadura financiera, pero se arrepintió. Por eso dimitió Varoufakis y por eso estuvo este fin de semana en Madrid y recorre Europa con su mensaje de alerta.

Las jornadas de lo que se llama Plan B contra la austeridad por una Europa Democrática reunieron en la capital de España a un total de ochenta ponentes y contaron con la asistencia de tres mil personas. No sé qué saldrá de las conversaciones en el Salón Rojo del Congreso con vistas a un gobierno de progreso en España, que combata la desigualdad, la corrupción y la injusticia, pero en las jornadas a las que me refiero Varoufakis pidió llevar adelante todas las fuerzas verdes y progresistas con el objetivo de que negocien a favor de la mayoría social y evitar así que caigamos en las manos de los acreedores.   

“Cuando elijamos a nuestros representantes para negociar con Europa -señaló Varoufakis-, lo que pasará es que les bloquearán en todos sus esfuerzos. Por ello, tenemos que decirles que no pasarán”, continuó el ex ministro de Finanzas griego. En ese momento, por la cercanía de esas palabras con la izquierda española, las personas agolpadas en toda la explanada rompieron a aplaudir durante unos segundos mientras gritaban, al unísono: “¡No pasarán, no pasarán!”. Antes había dicho Varoufakis unas palabras muy motivadoras a tal fin: “En 1936 tuvimos en Grecia una dictadura -dijo el ex-ministro-, y lo que hoy tenemos que hacer es volver a organizar unas brigadas internacionales que devuelvan la democracia a Europa”.

LEER TAMBIÉN: Hay que contener la expansión del fascismo, primer artículo de una serie de varios que el historiador Ángel Viñas publica en su blog: http://www.angelvinas.es/?p=602.

DdA, XII/3221

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