martes, 19 de enero de 2016

TIERNO: TREINTA AÑOS DESPUÉS

Lazarillo

No ignoro que se ha escrito algún libro de mala baba en su contra, pero no les doy ningún valor. Me bastó que un día, anterior a la Transición, el viejo profesor respondiera a la carta de un joven acratilla, totalmente desconfiado ante el proceso que iba a vivir el país. Luego nos vimos en el primer mitin celebrado en España desde la segunda República, que fue en la plaza de toros de Carabanchel. Si no me hice del Partido Socialista Popular fue porque no creía que estuviera a tono con la profesión para la que entonces estudiaba. Luego nos vimos más veces. La última creo que fue en Los veranos de la villa, cuando el alcalde Tierno acudía a las funciones de teatro que se celebraban al aire libre, en esta ocasión el Templo de Debod. Ya enfermo de gravedad, le escribí una carta a la clinica en donde estaba internado. No sé dónde tengo su respuesta, pero sí que la conservo desde entonces. Hablaba de la gran verdad del sentimiento humanista y humanizador. Gracias, viejo y querido alcalde, treinta años después.

DdA, XII/3189

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