miércoles, 16 de diciembre de 2015

RUBÉN TAMBIÉN VOTA, ¿NO?

Algunas personas con almas cándidas, ignorantes, pacatas o simplemente malintencionadas, retorcidas, groseras o simples se han “indignado” (expresión de la que se usa y abusa hasta la saciedad en nuestros tan simplistas medios de comunicación), se ha sentido ofendidos por uno de los vídeos de campaña realizados por el candidato de UP-IU, Manuel Orviz. En él, el candidato habla con Rubén Menéndez, un ciudadano de Piedras Blancas, de más de 30 años de edad, Síndrome de Down, que fue alumno de Orviz hace años y que, entrevista, vídeo y campaña aparte, es habitual votante de IU porque como él mismo dice en el vídeo: “Manolo es el mejor”, una razón tan impepinable para votar a alguien, casi la única que debería valer. Sin ambages, sin paliativos, sin debates soporíferos, sin estadísticas, ni encuestas. Rubén hizo esas declaraciones sin guión, sin orientaciones previas, sin prejuicios y con el único afán de decir que su amigo Manolo es el mejor. Y claro que para Rubén Manolo es el mejor, porque es su amigo, porque confía en él sin conocer su programa, y porque durante un tiempo de su vida quiso y cuidó a Rubén en primera persona. “Manolo me quiere mucho”, dice Rubén en otro momento de la entrevista. ¿Algún candidato ha hecho algo tan personal por cualquiera de nosotros y aún así le votamos sin conocerle de nada? ¿Hemos sido capaces de querer a algún candidato, de sentir por él afecto personal? ¿Le parece que las razones de Rubén para votar a Orviz son menos válidas que las suyas para votar a quien sea? ¿Hay que esconder al Síndrome de Down porque no es estéticamente adecuado en el spot, o porque sus derechos civiles no tienen  el mismo valor que los de Bertín Osborne cuando cada noche manipula sin empacho con un fondo de risas enlatadas y sonrisas cómplices? Una sola frase de Rubén hablando de su amigo Manuel Orviz y pidiendo el voto para él encierra más verdad, inocencia y convencimiento que todas las estrategias electorales de manual en la que artistas, futbolistas, o estrellitas varias de medio pelo piden el voto para quien sea con muy poco convencimiento y, a veces, cobrando por ello de forma directa o indirecta.
¿No es te el país de las oportunidades? ¿No es la igualdad el objetivo que tanto cacarean los candidatos? ¿No se trata de normalizar la presencia de los discapacitados en TODOS los ámbitos de la sociedad? Entonces, ¿qué hay de irregular o despreciable en el vídeo de Rubén? ¿Que pida el voto para IU en vez de hacerlo para el PP? Ahora que ya queda feo esterilizar a los discapacitados, ¿es la alternativa capar sus derechos de opinión y votación? ¿Fascismo sutil y políticamente correcto?
Rubén tiene derecho a opinar y a votar, y a ser un ciudadano al 100%, a no quedarse escondido y a salir el día 20 de su casa, con sus papeletas y su ilusión a depositarlas en la urna. Tengo un hijo Síndrome de Down de 28 años para quien votar es una de sus máximas ilusiones. Así que sé muy bien de qué hablo y también sé de qué hablo cuando digo que es cruel, mezquino y casposo tratar de esconder las opiniones de estos ciudadanos españoles (patriotas, por cierto, ahora que tanto se lleva el patriotismo) so capa de extrañas razones en las que se mezcla la mojigatería, el oportunismo y una ancestral costumbre de encerrar a los tontos en los desvanes porque dan vergüenza propia y ajena.
Rubén es un pionero, uno más de los hijos de un dios menor a quienes la historia les reserva de vez en cuando la oportunidad de poner el dedo en las llagas más sucias de esta sociedad que dice quererles tanto pero prefiere usarlos de florero y estampita, sin voz y sin voto.

Artículos de Saldo  DdA, XII/3158

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