Tanto El País como ABC publicaron la foto de la derecha del rostro de Rajoy. La foto de la izquierda es la original, sin fotoshop, de la que es autora Mónica Patxot (Pontevedra Viva)
Lazarillo
Creo que una democracia bien consolidada calificaría el lamentable episodio
del puñetazo al presidente del Gobierno como incidente anecdótico. Hacer
de tal hecho motivo de portadas sensacionalistas y tendenciosas, así
como de editoriales y artículos de opinión totalmente debocados y
desquiciados de sectarismo, denota una deleznable profesionalidad y un
servilismo partidista bochornosos. Es lo que ocurrió ayer en tres
diarios de difusión nacional.
El Mundo
se distingue titulando en portada: "Un joven de extrema izquierda
agrede a Rajoy en plena calle". Y una vez presentado como rojo-radical,
el segundo subtítulo aclara: "El joven, que se declara galleguista,
antifascista y ultra del Pontevedra, fue expulsado de varios colegios y
ha necesitado tratamiento psiquiátrico". Ya en las páginas interiores,
el editorial lleva por título uno a todas luces desmesurado: Una agresión que evidencia la cultura del cainismo.
En el mismo se denuncia la larga tradición del uso de la fuerza en
España para dirimir contiendas políticas y emprender acciones violentas
para protestar contra el sistema o resolver imaginarios agravios,
especificando como únicos al parecer en ese tipo de actividad a "los
movimientos independentistas radicales, grupos de extrema izquierda y
colectivos antisistema". El artículo concluye con estas líneas, alusivas
nada menos que a los pasajes más negros de nuestra historia y cuya proporcionalidad con el puñetazo nos parece de todo punto excesiva, por fomentar el estigma del miedo:
"La violencia es repugnante, saca lo peor de cada ser humano y debe ser
desterrada para siempre en la política. Si no entendemos esto, estamos
condenados a revivir un pasado que creíamos superado para siempre".
En
la portada del diario ABC podemos advertir un subtítulo en el que se
contrapone la moderación de don Mariano con el extremismo, entendiendo
por éste el de la extrema izquierda -tal como se dice en el editorial de
este periódico-, "encargada de generar un estado de opinión marcado por
la violencia y la radicalidad sin matices". El artículo atribuye a toda
la oposición el haber instrumentalizado desde el primer día de Rajoy en
la Moncloa "la dura situación de millones de españoles en beneficio
propio, con tácticas populistas y discursos incendiarios". Olvida el
editorialista aquella airada y vergonzosa legislatura de oposición protagonizada por el PP durante el primer gobierno de Zapatero, al que don Mariano acusó en un debate de agredir a las víctimas del terrorismo.
En esa línea de desmadre propagandístico no podía faltar el diario La Razón. El titular recuerda cualquiera de los que se dieron en el pasado con la nefasta actividad terrorista: Atentado al PP.
A la hora de buscar culpables, el editorialista de Marhuenda los
encuentra en quienes fomentan el odio a ese partido: "Rajoy es víctima
de un acto cobarde impulsado por el sectarismo y el odio que, por más
que traten de negarlo, viene sembrando desde hace cuatro años esa
izquierda radical que se considera nueva y que no es otra cosa que el
marxismo que creíamos desenmascarado, al menos, desde la caída del Muro
de Berlín". Es evidente hacia qué partido se dirige la crítica. Por si
no quedara claro, el editorialista añade: "Tras la agresión, nos
felicitamos de que el candidato de Podemos, Iglesias, que no hace mucho
azuzaba la crispación social, rechazase sin ningún género de dudas la
agresión..."
Ninguno
de los diarios citados publicó ese día que el agresor de don Marino
-aparte de posibles afecciones en su comportamiento psíquico- tiene
vínculos familiares
con la esposa del presidente del Gobierno, según fuentes del Partido
Popular, y que la familia del adolescente detenido es muy conocida en
Pontevedra. Se trata de una familia
acomodada que envió a su hijo a dos colegios privados diferentes, pero
actualmente estudia en un instituto público de la ciudad, el Sánchez Cantón, el mismo en el que estudió Mariano Rajoy y en el que el
PP celebró el mitin central de la actual campaña electoral en
Pontevedra.
Estos
últimos datos se dieron a conocer en informaciones publicadas a lo
largo de la jornada de ayer y no parecieron pesar en el ánimo de la
periodista Isabel Durán, que comunicó a través de su programa de
televisión que, aunque pensaba votar a Ciudadanos, el puñetazo del
extremista la hizo recapacitar y votará al PP. Era de lo que se trataba
con toda esa propaganda infecta difundida por los tres periódicos
citados. Votos a toda costa para un partido corrupto hasta las cachas.
DdA, XII/3160
No hay comentarios:
Publicar un comentario