El talento se salta una generación, es cosa sabida. Las estulticias de Isabel Allende no pueden ni deben ser asociadas a la grandeza del padre. Lo dijimos nosotros, POLITIKA, lo dice ahora un nieto del más grande político chileno de nuestra Historia. Simplemente porque hay que decirlo. Las bajezas no deben ni pueden ser proferidas en nombre de Salvador Allende, ni en nombre del socialismo. Aunque los parásitos políticos que proliferan no lo crean, todo tiene límites, incluso la podredumbre.
Pablo Sepúlveda Allende, médico, nieto del Presidente Salvador Allende.
Inaceptables
y dolorosas son las declaraciones de la Presidenta del Partido
Socialista de Chile en contra de la condena de Leopoldo López, dirigente
opositor declarado culpable por incitación a la violencia y otros
delitos enmarcados en un plan declaradamente sedicioso llamado “La
Salida”(1) que condujo a una fuerte ola de violencia callejera de
tendencia fascista que duro varios meses y que costó la vida de 43 seres
humanos además de millonarias pérdidas materiales.
Declaraciones
tan desafortunadas como desinformadas en que la senadora, hija de
Salvador Allende dice: “no logro entender que un opositor que haga una
acción que no tiene ninguna violencia, que manifiesta su opinión crítica
a un gobierno pueda ser encarcelado". ¿Cómo leer, cómo entender
dichas afirmaciones teniendo en cuenta la historia reciente de Chile, su
historia personal y nuestra propia historia familiar? Historia que fue
marcada justamente por este tipo de violencia desenfrenada y llena de
odio.
El
condenado dirigente político Leopoldo López hizo un llamado abierto y
público, claramente dirigido a la insurrección, “al alzamiento”, a
“permanecer en las calles hasta lograr la salida del gobierno”, “hasta
que logremos sacar a quienes nos están gobernando”; que como decíamos
condujo a unos meses de violencia política que buscaba el derrocamiento
de un gobierno legítimo y con gran apoyo ciudadano ¿Cómo decir entonces
que la acción premeditada del sedicioso plan “La Salida” es “una acción
que no tiene ninguna violencia”, que solo “manifiesta su opinión
crítica a un gobierno”?
Peor
aún ¿cómo calificar a López de “preso de conciencia” cuando además de
lo referido fue uno de los protagonistas más visibles y violentos de la
represión del régimen golpista que derrocó por 48 horas a Hugo Chávez el
año 2002?
¿Por qué
hacer semejantes y desafortunadas declaraciones, tan reduccionistas,
tan desinformadas, tan doble estándar “a nombre personal” y “como
Presidenta del Partido Socialista de Chile”?, sabiendo perfectamente que
la quien habla es la hija de Salvador Allende.
¿Por qué
hablar de Leopoldo López y callar sobre las múltiples crímenes y
atrocidades que se cometen a diario en nombre de la supuesta lucha
antiterrorista, la democracia y la libertad?
Creo
que hay respuestas más de fondo y que tienen que ver con lo
ideológico, sobre conceptos sobre el Socialismo y el Neoliberalismo,
etc.
Pero
en este caso, sobre todo se evidencia un doble estándar cuando se habla
de Democracia y Derechos Humanos, cuando hay una valoración y un juicio
condenatorio a priori al hablar de estos temas en los casos de
Venezuela y Cuba, y cuando por otro lado no se dice nada, no se señala,
no se condenan por ejemplo, los crímenes de lesa humanidad cometidos
por el Estado de Israel contra el Pueblo Palestino, las fosas comunes
del Uribismo en Colombia, las torturas en la cárcel de Guantánamo, la
terrible desaparición de 43 estudiantes normalistas en México hace un
año.
¿Por
qué el silencio ante los Presos Políticos Mapuche, el asedio y
represión brutal a las Comunidades Mapuche por parte del gobierno que
representa? ¿O simplemente las guerras genocidas promovidas y
auspiciadas por el gobierno de los EEUU en el mundo? Ahí no hay
denuncias, solo hay silencio.
Por
otro lado esta lo pragmático de la política, el desviar la atención de
los problemas internos; cuando el gobierno de Chile está pasando sus
peores momentos en términos de legitimidad ante la ciudadanía, cuando la
clase política está valorada de forma tan negativa, cuando los
escándalos de la corrupción estructural de la política en Chile (si, de
ese Chile supuestamente tan incorruptible) salen a la luz.
La
llamamos corrupción estructural e inmoral (y de cierta forma hasta
“legalizada” en la actual Constitución heredada de Pinochet), porque
ahora se sabe hasta qué niveles se ha prostituido la política ante el
poder económico de las grandes empresas, de las familias más poderosas,
de las grandes fortunas económicas que financian las campañas de los
políticos en todos los niveles y en casi todos los sectores y casi a
todos los partidos políticos.
Pero
lo peor y más inmoral, es cuando empresas expoliadas y enajenadas al
Estado chileno durante la dictadura pinochetista, empresas estratégicas
que fueron entregadas, por ejemplo al entonces yerno de Augusto
Pinochet, Julio Ponce Lerou, y quien a través de la empresa Sociedad
Química Minera de Chile (SOQUIMICH) aparece entregando millonarias sumas
de dinero a campañas de políticos de los partidos del actual gobierno,
incluyendo gente del Partido Socialista, el mismo partido que fundara
Salvador Allende, gente como el senador Fulvio Rossi (que incluso se
entrevistó con Enrique Capriles en su última visita a Chile), y quien ha
sido llamado a declarar por boletas facturadas a la empresa controlada
por el ex yerno de Augusto Pinochet.
Asimismo con Milton Lee Guerrero, ex tesorero del Partido Socialista.
Por
otro lado está gente como Enrique Correa, importante dirigente político
durante el Gobierno de la Unidad Popular y que ahora es notorio
lobbysta de la Consultora Imaginación que le ha hecho asesorías a
SOQUIMICH, al grupo Penta y al grupo Luksic, todos grupos económicos
financistas de la política chilena y que además en absoluta incoherencia
ideológica y ética, es Vice-Presidente de la Fundación Salvador
Allende….
Por
último, no se puede dejar de comentar sobre las declaraciones de Felipe
González, para quien “Pinochet respetaba mucho más los derechos humanos
que Maduro”. Opiniones como estas son un real insulto a los derechos
humanos y a la historia, un insulto a las millones de víctimas de las
dictaduras latinoamericana.
Estas
declaraciones se enmarcan en la misma campaña internacional contra
Venezuela, de la cual desafortunadamente se ha hecho eco la senadora
Isabel Allende.
Esto
no es casualidad, porque el señor Felipe González y el PSOE son el
referente ideológico del Partido Socialista de Chile de pos-dictadura.
Cabe preguntarle a la dirección del Partido Socialista de Chile, que
sufrió en carne propia los horrores y las atrocidades de la dictadura
pinochetista, si está de acuerdo con que semejante camaleón político,
que con estas declaraciones mostró sin vergüenza su falta total de
ética, siga siendo su mentor político.
(1)
El plan ‘La Salida’ derivo directamente en las protestas violentas, las
llamadas “guarimbas”, que azotaron viarias ciudades de Venezuela
durante más de dos meses donde el odio político se apodero de sectores
importantes de la oposición, solo con mencionar que en muchos sectores
sociales donde se realizaban las ‘guarimbas’, en postes y semáforos se
colgaban del cuello a muñecos vestidos de rojo, en alusión a los
simpatizantes del chavismo, también hubo mucho hostigamiento y amenaza a
las familias que reconocían como simpatizantes del gobierno en los
sectores donde predomina la oposición y donde se realizaban las
‘guarimbas’, por lo demás sectores siempre de clase media alta o alta.
DdA, XII/3086
1 comentario:
Gracias por la información. Creo que si pudiera, Allende, desheredaba a su hija.
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