Marzo de 2011. Carlos
Fabra (en medio) y su pareja Esther Pallardó (la primera a la derecha de
la imagen), cuando eran Presidente de la Diputacíon y diputada de
comunicación en Castellón / Diputación de Valencia
Félix Población
Para muchos de los que nos hicimos en la lectura, la palabra Libro tiene una honda y precisa trascendencia, aunque tengamos sobrada constancia de que hay mucha mierda en el mercado con ese nombre. Quizá vivamos ahora los tiempos en que más basura se puede hacer pública con ese formato y, además, con comprobables posibilidades de éxito comercial, porque así como existe el libro/basura hay mucho lector/basura que lo reclama y requiere incluso la dedicatoria del autor.
A la lista de los autores enmierdados se ha sumado hoy una nueva firma, el que fuera presidente de la Diputación de Castellón y reiterado ganador en el juego de la Lotería, que amenanza con la publicación de un libro biográfico, gracias al tiempo libre del que dispone en la cárcel de Aranjuez por defraudar 700 millones de euros a la Hacienda Pública. Trescientas páginas lleva Carlos Fabra del asunto en que ha centrado su escritura a lo largo de los ocho meses que lleva en prisión y a la espera de un inmediato tercer grado que le permitirá hacer las correspondientes presentaciones del producto.
Todo hace pensar que la biografía llevará bien resaltado en portada el nombre del autor, sin que el título que hoy se da por definitivo (Celda 114) sea el que prevalezca, pues no dice nada a efectos comerciales. Se sabe que llevará un prólogo de quien actualmente es compañera sentimental de Fabra, Esther Pallardó, y antes fuera vicepresidenta de la Diputación castellonense. Ésta no se ha conformado con el prólogo y también amenaza con la presentación de un libro suyo para el primero de octubre, que llevará por título A solas y en el que medita también sobre su currículum político, según ha informado hoy Radio Castellón.
Dado que a Carlos Fabra le tocó la lotería nueve veces, nueve, en doce años, y teniendo en cuenta la afición a este juego que hay en España, no sería desdeñable un título tal que así para su libro: Gane nueve veces a la lotería como yo. No le encuentro otro mejor ni más raro y azaroso mérito a ese personaje. Y como ilustración de portada, la efigie de don Carlos de 24 metros de alto y 33 toneladas de preso que por 300.000 euros le hizo un artista local llamado Juan Ripollés para el aueropuerto de Castellón, el aeródromo sin aviones más famoso de España.
DdA, XII/3067
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