La recuperación económica es
un hecho. Aunque eso sí, solo la disfrutan los ricos que han visto
incrementado su patrimonio más de un 9% en los últimos tres meses.
Hablamos de conocidos apellidos como el de Koplowitz, Abelló, Del Pino,
Palatchi o Bhavnani que invierten en las sicavs parte de sus grandes
fortunas y así consiguen pagar un 1% de impuestos de las plusvalías y
rendimientos que generan. La cosa cambia bastante cuando nos referimos a
la recuperación económica de la clase trabajadora. Aunque los ricos son
ahora más ricos (en gran medida gracias a los múltiples sacrificios
impuestos a los curritos), ya han manifestado su escasa predisposición a
subir los salarios. Exactamente entre el menos infinito y un 1%, han
matizado jocosos los líderes de los patronos. Unos festival del humor
que son estos de la CEOE.
A pocos días de la cita con las
urnas, aumenta el número de espontáneos en el club de la comedia bufa
nacional. Los candidatos besan aterrorizadas criaturas, montan en bici
con corbata y sin pericia, bailan al son que se tercia, cantan chotis...
Un despliegue de actividades esperpénticas destinadas a edulcorar la
figura del candidato cara al electorado más palurdo. ¿Ves qué maja la
Espe, vestida de chulapa el día de San Isidro ? ¡Para que luego digan
que no le gusta el roce con el pueblo! Pero si hasta se patean los
mercadillos revolviendo los puestos de bragas (sin comprar ninguna,
evidentemente) para mostrar su talante campechano.
Otras,
como la presidenta aragonesa Luisa Fernanda Rudi, son más sobrias en
sus interpretaciones-intervenciones de campaña. A Luisa Fernanda los
baños de populacho le provocan urticaria. Ella prefiere guardar las
distancias y hacer su numerito delante de los medios. Es más aséptico.
Pero a la definitiva, acaba contando los mismos chistes malos. Que la
recuperación económica y su buena gestión están logrando que Aragón vaya
como un tiro. Un tiro en la nuca de los colectivos de trabajadores que
durante su mandato tuvimos que movilizarnos para defender nuestros más
elementales derechos y que solo obtuvimos de la presidenta su frígida
indiferencia.
El
pretendiente pepero a la alcaldía, Eloy Suárez, alerta a los zaragozanos
sobre lo malo malísimo que sería votar a la candidatura de "Zaragoza en
Común". Describe la formación como un combinado de grupos radicales
afines al mundo terrorista. Algo así como el "Comando Almogavar" pero
con cuernos y tridente. Es otra faceta de este show. Demonizar al
contrincante, sembrar el miedo y la desconfianza. Como si la gestión de
los partidos tradicionales no hubieran acarreado bastante miedo, terror
diría yo, y desconfianza entre la ciudadanía.
Este
es un país de actores, malos la mayoría. De cómicos chungos que se ríen
de nosotros y fantoches que quieren asustarnos con cuentos de viejas.
El
público, o el electorado, sabe que están interpretando una gran farsa.
Algunos pateamos desde el gallinero. Otros siguen fascinados por la
misma función pese a la pésima calidad de los interpretes, la sordidez
del argumento y el fatal y previsible desenlace.
En
el mundo del espectáculo es habitual desear mucha mierda a los actores.
Yo quiero hacerlo extensivo a ese personal aborregado que se rompe los
nudillos aplaudiendo tan nefastas representaciones. Al final, ellos son
los responsables de que no cambie nada y esta troupe de payasos
perversos se nos siga descojonando. Por eso, ¡mucha mierda para todos!
DdA, XII/3006
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