Este Lazarillo celebra la incorporación de Cristina Pardo a las páginas de ElDiario.es como columnista de actualidad. Desde que se incorporó como cronista parlamentaria a La Sexta, este Lazarillo apostó por la profesionalidad que desde entonces ha mostrado esta joven periodista. Nada tan satisfactorio para los colegas maduros como comprobar que hay compañeros en el oficio con la cualificación y perspicacia en el análisis de Cristina Pardo. Y para celebrarlo, ahí va su artículo de hoy en el citado periódico:
Cristina Pardo
Cristina Pardo
Cuando era pequeña, pasaba las tardes dando volteretas
delante de mi abuelo. Él, sentado a la puerta de su casa del pueblo,
jaleaba todas las piruetas. Y yo, impulsada por el aplauso, fui
sofisticando el repertorio y –en mis mejores días– conseguía tocarme la
cabeza con los pies. Es lo más cerca que he estado del contorsionismo,
hasta que empecé a cubrir campañas electorales.
En
septiembre de 2014, Pdro Snchz miró a cámara y les dijo a los españoles:
"El PSOE no pactará con el populismo". "Con Podemos", precisó Gloria
Lomana. "Sí, con el populismo", ratificó Snchz. Por aquel entonces, el
dirigente socialista todavía se prohibía a sí mismo llamar Podemos a
Podemos. Medio año después, mientras ejecutaba graciosamente un triple
salto mortal, ha dicho que el PSOE es el único capaz de pactar con
Podemos, con Ciudadanos o con IU. Pdro Snchz ha cambiado de opinión,
valga la redundancia. También Susana Díaz dijo hace meses que no
pactaría "ni con el PP ni con Podemos" y en su discurso de investidura
demostró que no se queda atrás a la hora de hacer el pino.
En el PP tampoco tienen nada que envidiar a Nadia
Comaneci: el Naranjito de "Chiudatangs" ha pasado a ser un señor muy
simpático, aunque según Aguirre tiene un tufillo socialdemócrata. La
formación de Albert Rivera, que está todavía en obras, es por la mañana
de derechas, por las tardes de centro y por la noche de izquierdas. El
naranja se diluye en días pares y muta en rojo amapola en días impares.
Rivera ya ha dicho que se siente capaz de pactar "con el PSOE, con el PP
e incluso con Podemos". Es como estar en la barra del bar a las cinco
de la mañana; que el camarero te dice que ya no hay ginebra y en
cuestión de segundos estás pagando un vodka.
Y en
Podemos han decidido jugar también a izquierda, derecha, al centro y
pa'dentro. Hicieron una voltereta para las elecciones europeas y ahora
ya han aprendido a hacer el pino puente. Tanto es así, que en algún
momento amagaron con facilitar la investidura de Díaz en Andalucía.
Cualquier día Pablo Iglesias se arranca con el spagat
y apoya un Gobierno de lo que antes era casta y ahora es arriba. O casi
abajo. Además, parecen haber encontrado el antídoto para el
estancamiento en el número de afiliaciones. "En Podemos hay tanto sexo
como en Juego de Tronos", ha dicho Íñigo Errejón. No tanto como después
de unas elecciones, le faltó añadir, donde todos los partidos practican
el sexo, pero sin amor. Que está muy bien, pero es mejor dejarlo claro
para evitar que el otro –en este caso, el votante– te pida explicaciones
después. Como la vida misma, vamos.
Las encuestas
reflejan que gobernará el que tenga más habilidad como funambulista, más
convicciones de gelatina. De tal forma que toda conversación política
es ahora poco esclarecedora. Puedes elegir la pregunta más concreta del
mundo, una básica, y planteársela por estas fechas a un líder político:
"¿Monarquía o república?" Y lo más probable es que te conteste: "Sí".
ElDiario.es DdA, XII/3002
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