Mi pregunta es ésta: ¿no cree usted que su política es responsable de
la muerte de muchas personas? Para no hablar de la vida miserable de
muchas más.
Rafael Reig
Estoy firmemente
convencido de que una sociedad, un país, no se mide por sus premios
Nobel, por sus Oscar, por sus medallas olímpicas o por sus grandes
genios. El único valor de una sociedad es su cimiento, no las cúpulas
sobresalientes. Y creo que el único cimiento moral capaz de sostenernos
es el trato que damos a los más desprotegidos. Miremos para abajo y no
para arriba. Lo único que nos da entidad es cómo garantizamos que
reciban apoyo quienes más lo necesitan, los parados, los discapacitados,
las personas dependientes, los presos, los pobres, los ancianos, los
inmigrantes.
Señor Rajoy,
¿hacia dónde mira usted? Me da la impresión de que va con la cabeza muy
alta y ha perdido de vista a los que más ayuda necesitan. No es el
único, ya lo sé, pero es el que ahora se rasga cínicamente las
vestiduras por la muerte de 700 personas, después de haber impedido
rescates en el mar para evitar “el efecto llamada”. ¿Qué rayos es ese
efecto? ¿Qué importancia tiene semejante efecto frente a la vida de una
sola persona, no digamos ya de 700? ¿Cómo puede defender la libre
circulación de los capitales y en cambio poner trabas a la inmigración?
¿Que entonces se vendrían todos a Europa? Bueno ¿y qué? Tienen el mismo
derecho que nosotros a vivir aquí, ¿no le parece?
A usted le interesa la
“marca España”. A mí, no; a mí me interesa España, pero no como
marketing, sino como un lugar para vivir. Para la marca esa que usted
quiere vale el pináculo: cien millonarios, cuatro atletas, cinco
escritores, dos directores de cine. Para España no vale, porque cada vez
que dejamos sin protección a un parado, a un inmigrante, a una persona
dependiente, a un preso o a un anciano, nos estamos quitando suelo de
debajo de los pies; nos quedamos sin cimiento moral o, para que usted me
entienda: nos empobrecemos, el corazón se nos encoge y endurece, y todo
lo que se pueda conseguir en las alturas se vacía de sentido y se
vuelve contra nosotros. Con cada ayuda a los bancos deja desprotegidas a
muchas víctimas de desahucio. Así, al final, existirá la “marca
España”, pero España desaparecerá como entidad moral.
Mi pregunta es ésta: ¿no cree usted que su política es responsable de
la muerte de muchas personas? Para no hablar de la vida miserable de
muchas más. Deje de ir con la cabeza tan alta o acabará tropezando con sus víctimas, a las que nunca dirige la mirada.
ElDiario.es / DdA, XII/2981
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