Félix Población
Tal como indicaban las encuestas, las elecciones autonómicas en Andalucía se han resuelto a favor del Partido Socialista, a pesar de los escándalos de corrupción que afectaron al PSOE en esa comunidad y que el Partido Popular y medios afines reiteraron hasta la saciedad en respuesta a las propias y graves corrupciones del PP. No obtuvo Susana Díaz la mayoría, pero sí recuperó la victoria en un territorio donde el PSOE había sido derrotado por el Partido Popular hace tres años por primera vez.
El triunfo socialista ha supuesto, además, una auténtica debacle para el PP,
gracias sobre todo al éxito de Ciudadanos, que ingresa desde la nada en el Parlamento de
Andalucía con nueve diputados. Este balance puede ser el adelanto de lo que le
espera al Partido Popular en los próximos comicios (municipales, autonómicos y
generales) a los largo del año en curso. Ciudadanos se ha revelado en Andalucía
como el adversario más a temer por el PP en el resto del país, algo que compartirá -aunque en menor medida- con el Partido Socialista.
VENCER NO ES GANAR
Fernando de Silva
El
PSOE con 47 diputados consigue convertirse en la primera fuerza de
Andalucía, pero se equivocaría Susana Díaz si lo considerase un triunfo,
dado que no hacen más que repetir el número de escaños, pero perdiendo
más de un 4% de apoyo, pasando de un 39,52% a un 35,47%, lo que supone
una reducción de un 10%, con más de 100.000 votos menos. Eso sí, los
socialistas se han visto favorecidos por la aplicación del sistema
D´Hondt, que siempre favorece a las fuerzas más votadas.
No
cabe duda que el PP sufre un descalabro, al perder 17 diputados y un
14% de apoyo electoral. Pero si sumamos el apoyo total de los dos
grandes partidos, observamos que el bipartidismo ya es historia, y dos
fuerzas emergentes, como son Podemos y Ciudadanos, irrumpen con fuerza
en el panorama político andaluz, pasando entre ambas de 0 a 24 escaños.
Las cosas empiezan a cambiar en Andalucía, y tendrán su traducción a
nivel nacional en las elecciones generales del próximo més de
noviembre, incluso con mucho mayor impacto.
Pese
a que Teresa Rodríguez no se siente satisfecha, porque esperaba más y
su objetivo era el triunfo, no cabe duda de que con sus 15 escaños la
gran vencedora de estos comicios es Podemos, por mucho que los medios de
comunicación se empeñen en afirmar lo contrario, multiplicando por tres
el apoyo que tuvo en las elecciones europeas. Y no nos olvidemos que
muchos andaluces, que optaron ahora por apoyar otras fuerzas políticas,
ya tienen reservado su voto para Podemos para las próximas elecciones
generales.
Izquierda
Unida es la gran fracasada, sufriendo una enorme pérdida de apoyo y de
escaños, pero resiste al poder formar grupo parlamentario propio. Pero
al ser irrelevante políticamente, se le augura un futuro muy poco
esperanzador, que solo pasa por converger con Podemos; tiempo al tiempo.
De
pactos posibles ya hablaremos otro día. Aunque si Susana Díaz no quiere
pactar con la derecha, no le queda más opción que hacerlo con Podemos, y
para ello tendrá que cambiar de inmediato su discurso, o gobernar
sufriendo, dado que no puede dar la espalda a reivindicaciones sociales
que procedan de la izquierda. El suicidio político no es su meta, y
tarde o temprano tendrá que hacerlo.
DdA, XII/2956
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