lunes, 23 de marzo de 2015

ANDALUCÍA: CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN DEL BIPARTIDISMO


Félix Población

Tal como indicaban las encuestas, las elecciones autonómicas en Andalucía se han resuelto a favor del Partido Socialista, a pesar de los escándalos de corrupción que afectaron al PSOE en esa comunidad y que el Partido Popular y medios afines reiteraron hasta la saciedad en respuesta a las propias y graves corrupciones del PP. No obtuvo Susana Díaz la mayoría, pero sí recuperó la victoria en un territorio donde el PSOE había sido derrotado por el Partido Popular hace tres años por primera vez. 

El triunfo socialista ha supuesto, además, una auténtica debacle para el PP, gracias sobre todo al éxito de Ciudadanos, que ingresa desde la nada en el Parlamento de Andalucía con nueve diputados. Este balance puede ser el adelanto de lo que le espera al Partido Popular en los próximos comicios (municipales, autonómicos y generales) a los largo del año en curso. Ciudadanos se ha revelado en Andalucía como el adversario más a temer por el PP en el resto del país, algo que compartirá -aunque en menor medida- con el Partido Socialista.

Falta dilucidar el efecto que tendrá la victoria del PSOE en las elecciones venideras. No creo que vaya a ser demasiado influyente, al menos con Sánchez como cabeza de cartel, porque la gobernación de Susana Díaz en Andalucía con Izquierda Unida ha sido más satisfactoria sin duda que la blanda oposición de los socialistas al catastrófico e impopular gobierno de don Mariano. También porque el peso del voto urbano a favor de Podemos puede pesar en los próximos comicios.

Creo, no obstante, que ayer en Andalucía se atisbó la probabilidad de que ese eslogan del partido de Alberto Rivera (por un cambio sensato) cunda en el resto de España, porque aun siendo la indignación un sentimiento que afecta a un sector muy notable de la ciudadanía, hay también entre el personal una indignación de boquilla que se manifiesta más en las encuestas que en los votos. Son muchas las herramientas que tiene el sistema para que el miedo al cambio que propugna Podemos pueda convertirse en voto por un cambio sensato. 

Por todo ello, siendo sobresaliente el resultado obtenido por Podemos en Andalucía (aunque se esperaban algunos más que 15 diputados), no lo es menos el que ha logrado Ciudadanos de cara a las próximas elecciones. Esta es la lección que debería tener en cuenta no sólo el partido de Pablo Iglesias  -a efectos de estrategia, programa y campaña-, sino el Partido Popular y el Partido Socialista. Ayer en Andalucía se certificó la muerte del bipartidismo en España. También se perfiló un porvenir nada halagüeño para Izquierda Unida, que debería alarmar a sus máximos responsables.

VENCER NO ES GANAR
Fernando de Silva
teresaRodriguez
El PSOE con 47 diputados consigue convertirse en la primera fuerza de Andalucía, pero se equivocaría Susana Díaz si lo considerase un triunfo, dado que no hacen más que repetir el número de escaños, pero perdiendo más de un 4% de apoyo, pasando de un 39,52% a un 35,47%, lo que supone una reducción de  un 10%, con más de 100.000 votos menos. Eso sí, los socialistas se han visto favorecidos por la aplicación del sistema D´Hondt, que siempre favorece a las fuerzas más votadas.
No cabe duda que el PP sufre un descalabro, al perder 17 diputados y un 14% de apoyo electoral. Pero si sumamos el apoyo total de los dos grandes partidos, observamos que el bipartidismo ya es historia, y dos fuerzas emergentes, como son Podemos y Ciudadanos,  irrumpen con fuerza en el panorama político andaluz, pasando entre ambas de 0 a 24 escaños. Las cosas empiezan a cambiar en Andalucía, y tendrán su traducción a nivel nacional  en las elecciones generales del próximo més de noviembre, incluso con mucho mayor impacto.
Pese a que Teresa Rodríguez no se siente satisfecha, porque esperaba más y su objetivo era el triunfo, no cabe duda de que con sus 15 escaños la gran vencedora de estos comicios es Podemos, por mucho que los medios de comunicación se empeñen en afirmar lo contrario, multiplicando por tres el apoyo que tuvo en las elecciones europeas. Y no nos olvidemos que muchos andaluces, que optaron ahora por apoyar otras fuerzas políticas, ya tienen reservado su voto para Podemos para las próximas elecciones generales.
Izquierda Unida es la gran fracasada, sufriendo una enorme pérdida de apoyo y de escaños, pero resiste al poder formar grupo parlamentario propio. Pero al ser irrelevante políticamente, se le augura un futuro muy poco esperanzador, que solo pasa por converger con Podemos; tiempo al tiempo.
De pactos posibles ya hablaremos otro día. Aunque si Susana Díaz no quiere pactar con la derecha, no le queda más opción que hacerlo con Podemos, y para ello tendrá que cambiar de inmediato su discurso, o gobernar sufriendo, dado que no puede dar la espalda a reivindicaciones sociales que procedan de la izquierda. El suicidio político no es su meta, y tarde o temprano tendrá que hacerlo.
Lo que sí está claro es que PSOE+Podemos+IU suman en Andalucia 67 diputados, lo que supone una mayoría absoluta holgada, y casí un 60% de votos. Y quienes pensamos en clave de izquierda, y confiamos en que los socialistas recuperen el sentido común, lo vemos con buenos ojos.

¿HERMANOS GEMELOS?
                                      DdA, XII/2956                                    

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