El próximo día 18 de Febrero, será el centenario de la muerte de don 
Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de 
Enseñanza (ILE) en 1875. Quiero hacerle mi personal homenaje a través de las cartas de dos 
colaboradores de la ILE: el poeta y premio nobel, Juan Ramón Jiménez, y 
el Dr. Luis Calandre Ibáñez, mi abuelo, amigo y médico de JRJ.
La amistad entre ambos comenzó en la Residencia de Estudiantes, 
cuando estaba ubicada en la calle Fortuny. De la mano de los doctores 
Achúcarro y Juan Madinaveitia entró mi abuelo en el ambiente 
institucionista y a pasar a ser uno de los médicos de JRJ. En el archivo
 familiar conservamos tres electrocardiogramas suyos y ocho libros 
dedicados.
Posteriormente, ya en la que llamó JRJ Colina de los Chopos, en los 
Altos del Hipódromo, Calandre fue el médico y director del laboratorio 
de anatomía microscópica de la Residencia de Estudiantes. Más tarde, 
durante la guerra civil dirigió el Hospital de Carabineros situado en 
dicho lugar, donde mando construir un refugio antiaéreo para proteger a 
los cientos de enfermos de malaria que se curaban. Durante la “modélica 
rehabilitación“(1990-2001) fue medio destruido, a pesar de tener el 
lugar la máxima protección (BIC) desde 1978.
Por lo bien que cuidó de los edificios, fue nombrado en octubre de 
1938 subdelegado de la Junta Para Ampliación de Estudios (JAE). Y por lo
 rápido que curaba a los enfermos, el Colegio de Médicos de Madrid 
franquista, le prohibió ejercer la medicina durante cinco años. Aquella 
Orden Ministerial de 6 de octubre de 1939, la firmó el ministro de 
Gobernación, fascista y antisemita Ramón Serrano Súñer, actualmente 
académico histórico en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Esta patriótica y sentida carta de Calandre, fue leída en el Circulo 
Republicano español de La Habana, tras lo cual se dieron aplausos por la
 Democracia, por la República y por el pueblo español.
Esta carta, con la peculiar letra del poeta, es contestación a la de 
Calandre, en donde dice: “…yo no dejo de hablar o escribir sobre la 
verdad de esta mala guerra que le están haciendo los falsos a los 
verdaderos…”
Un tema que me gustaría resaltar de la magna obra de Francisco Giner
 es que desde su cátedra de Filosofía del Derecho en la Universidad defendió la abolición de la pena de muerte, a la que se refiere en 
“Los Principios de Derecho Natural”, escritos en el año 1873.
Luis Jiménez de Asúa, discípulo de Giner, el gran penalista, y que 
luego llegó a tener importantes puestos durante la Guerra de España, 
como embajador en Praga, también estaba en contra de la pena de muerte.
Si ambos levantaran la cabeza y vieran las leyes en tramitación 
actualmente por el gobierno del Partido Popular, respecto a la cadena 
perpetua revisable (pena de muerte, en realidad) del Código Penal, se 
darían cuenta de que en el reino de España las ideas de Giner, si bien 
han podido abrirse camino en la pedagogía, no lo hacen en el tema de la Criminología.
También
 se horrorizarían los institucionistas, al ver que la ILE, que se situó 
en el número 3 de la calle del Obelisco, actual número 14 de la calle 
del General Martínez Campos -y que en los buenos tiempos de la 
República, se llamó de Francisco Giner-, recientemente , y gracias a una
 “modélica rehabilitación” que ha llevado a cabo la Junta directiva de 
la Fundación Giner de los Ríos, con financiación de la Fundación Caja 
Madrid, luce este aspecto, en las antípodas de la arquitectura 
institucionista. Uno de los edificios derribados ha sido el del 
arquitecto y sobrino de Giner, Bernardo Giner de los Ríos.
Esperemos que cuando instauremos la Tercera República se recuperen 
las ideas institucionistas, en aspectos tan importantes como la 
abolición de la pena de muerte, que tanto peligro corre actualmente.
Y que no siga en las manos de los actuales gestores (Opus Dei) el 
patrimonio y legado de la ILE, ya que han demostrado que no cuidaron de 
ello, destruyendo su memoria y la Historia de la ILE, la JAE y la 
Residencia de Estudiantes, a pesar de que a esta última la Comunidad 
Europea le acaba de otorgar el Sello Patrimonio Europeo.
El Frente Popular, en el que lucharon por defender a la II República 
el Dr. Calandre, Juan Ramón Jiménez y tantos otros discípulos de Giner, 
no lo hubieran permitido. Nosotros, herederos de su legado, tampoco.
Nota: Este articulo podría ser una respuesta al que escribió Pedro J. Ramírez el pasado domingo en su nuevo diario El Español "santificando" a Francisco Giner y haciendo a la ILE modelo no solo de su iniciativa periodística. sino de la Universidad de Navarra, perteneciente al Opus Dei y fundada por Escrivá de Balaguer, confesor de Franco. El desbarre es tan monumental que movería risa si no fuera porque da demasiado asco.
Nota: Este articulo podría ser una respuesta al que escribió Pedro J. Ramírez el pasado domingo en su nuevo diario El Español "santificando" a Francisco Giner y haciendo a la ILE modelo no solo de su iniciativa periodística. sino de la Universidad de Navarra, perteneciente al Opus Dei y fundada por Escrivá de Balaguer, confesor de Franco. El desbarre es tan monumental que movería risa si no fuera porque da demasiado asco.
DdA, XII/2922 
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